Caracas.— De contratista de viviendas sociales en Venezuela, el colombiano Alex Saab pasó a manejar una gigantesca red de importaciones para el gobierno de Nicolás Maduro que le dio la nacionalidad, un título de embajador y luchó sin éxito, para evitar su extradición a EU.

Cabo Verde, donde Saab estuvo detenido desde junio de 2020, lo entregó ayer a las autoridades estadounidenses para encarar en Miami un juicio por lavado de dinero a través de un programa de alimentación del gobierno venezolano. De acuerdo con la denuncia, Saab, de 49 años, y su socio Álvaro Pulido, cuyo paradero se desconoce, habrían transferido 350 millones de dólares fuera de Venezuela a cuentas en el extranjero que poseían o controlaban. Ambos enfrentan hasta 20 años de prisión si son hallados culpables. La oposición lo señala de ser “testaferro” de Maduro y su familia.

Antes de quedar detenidos, no era público que Saab recibiera la nacionalidad venezolana y mucho menos que tuviera un título diplomático. “Nunca antes el chavismo hizo tanto por alguien”, explicó a la AFP Roberto Deniz, periodista del sitio Armando.info, que ha escrito exhaustivamente sobre el caso Saab y sobre quien pesa una orden de captura en Venezuela por “instigación al odio”.

“Es evidente que hay mucho temor, no sólo porque pueda revelar información sobre coimas, sitios donde se movió dinero, sobreprecios”, sino porque él “era la bisagra de muchos de estos negocios que empieza a hacer el régimen de Nicolás Maduro con otros países aliados (...) y es evidente que es un señor que debe tener muchísima información”, añadió.

Hijo de un empresario libanés, asentado en Barranquilla, Saab comenzó como vendedor de llaveros promocionales antes de incursionar en el sector textil, según biografías oficiales.

El primer contrato que firmó en Venezuela lo hizo en 2011 en el palacio presidencial de Miraflores. Entonces, Maduro era canciller y el presidente, Hugo Chávez.

“Ofrecí un sistema italiano de construcción”, dijo Saab al diario El Tiempo en 2017. “Debo ser enfático en esto”, añadió. “No conozco al presidente Maduro, más allá de un par de actos protocolarios”.

Pero fue con la llegada de Maduro a la presidencia que Saab se convierte “casi inmediatamente” en “el contratista consentido” y después en su “ministro plenipotenciario en la sombra”, destacó Deniz, cuya residencia de su familia en Caracas fue allanada el viernes. Según el periodista, de las viviendas sociales, Saab ganó un contrato para la construcción de gimnasios por 100 millones de dólares, pagados por adelantado, y de ahí uno en petróleo con una “empresa fantasmal” sin experiencia, que se terminó cayendo.

Maduro creó en 2016 los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), un plan de distribución de alimentos subsidiados en un momento de desabastecimiento de más de dos tercios de productos básicos. Y Saab se convirtió en uno de los proveedores.

En 2018, de acuerdo con esa versión, asume “como funcionario público” la “misión” de adquirir en Rusia e Irán “alimentos, medicinas, repuestos para las refinerías y diferentes empresas”.

La exfiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, lo ha catalogado como “principal testaferro de la autocracia” de Maduro y su familia, y aseguró que su extradición “es un logro para quienes buscamos justicia contra los responsables de la tragedia y el caos que viven los venezolanos”.

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