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Pablo Machado decidió celebrar a su mejor amigo como se merece. "El Pipo es todo para mí", aseguró en un video que conmovió en redes sociales. Se trata de un perrito que lo ha acompañado en las buenas, en las malas y en las peores.
"Catorce años del Pipo", inicia Machado el video, donde se ve al lomito recargado en su hombro, frente a un pastel de cumpleaños y un montón de globos.
"Catorce años donde lloramos, reímos, nos abrazamos, charlamos, nos puteamos, discutimos, nos extrañamos, ganamos, pero muchas veces perdimos también", confiesa el argentino, entre lágrimas. "Pero seguimos adelante. Jamás bajamos los brazos y nunca nos abandonamos".
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El argentino asegura que, en estos 14 años, Pipo "ha sido mi sombra, la luz de mis ojos, mi gran amigo y mi gran media naranja, mi gran sostén, el único sobreviviente de mis tormentas. El Pipo es todo para mí".
Tras desearle feliz cumpleaños a Pipo, Machado dice que las velas están apagadas porque se trata del octavo intento de grabar el video, tras no lograrlo por estallar en llanto las veces anteriores. "Las velas no aguantaron".
Pipo, explica su dueño, es un perrito adoptado. En realidad, Machado no sabe cuántos años tiene Pipo, o cuando nació, pero eligió el 14 de febrero, Día de San Valentín, para celebrarlo, "porque es el Día del Amor. Para mí no existe un amor más puro y más fiel que el de un perro. Al Pipo lo adopté grande, ya".
Las reacciones no se hicieron esperar. Usuarios de redes sociales dijeron haber llorado con el video, y subrayaron la lealtad y los homenajes que merecen todos los perritos, fieles compañeros de sus humanos.
En entrevista con el medio argentino eltrece, Machado narró cómo fue que Pipo llegó a su vida. “Lo encontré hace 14 años cuando salía de trabajar. Miré para una zanja y vi a un perro tirado que parecía muerto. Noté que se movió, lo cargué y me lo llevé”.
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El veterinario le dijo que el perrito estaba muy enfermo y le dio pocas esperanzas. Pero pudieron más el esfuerzo y las ganas de ambos de estar juntos. “Lo pude salvar y hemos recorrido todo este tiempo juntos”, dijo el argentino.
Con Pipo, explicó, compartieron la pandemia de Covid-19, que así se hizo más llevadera. "Una vez, lo dejé en la casa de de un amigo a 12 kilómetros de la ciudad en la que yo vivía y me vine a Montevideo para buscar trabajo en plena pandemia. Al otro día, me llama mi vecino para decirme que Pipo estaba en la puerta de mi casa”.
Pipo "es más que familia", aseguró Machado, quien además de cuidar a Pipo, realiza videollamadas para con sitios en Uruguay, Argentina y Chile para fomentar la adopción responsable de perros de la calle. “Un perro que está tirado en la calle, puede ser tu amigo por muchos años”, aseguró. Para muestra, está Pipo.
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