Bogotá.— La apuesta por el diálogo empieza a dar frutos en la crisis colombiana después de que el Comité Nacional de Paro (CNP) hiciera ayer un llamamiento a levantar los bloqueos, aunque desde los barrios donde los mantienen critican la poca legitimidad que tienen los sindicatos en la protesta.

El CNP, conformado por organizaciones sociales y sindicales, aseguró que este martes se está dando un “desescalamiento” de los bloqueos organizados desde el 28 de abril para aliviar la situación de desabastecimiento en varias regiones del país, como muestra de la voluntad de ese organismo para negociar con el gobierno tras 33 días de manifestaciones.

“Hay más de 40 ‘puntos de resistencia’ [bloqueos] que se han suspendido gracias al desescalamiento, a las orientaciones, a la concertación. Así el gobierno nacional hoy no tiene ninguna disculpa de decir que no firma los preacuerdos”, dijo el directivo de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), Nelson Alarcón.

Se trata del primer avance logrado después de dos semanas de reuniones en las que los diálogos entre representantes del Comité y una delegación del gobierno colombiano permanecían empantanados, pues las partes se mantenían sin ceder en sus condiciones.

Sin embargo, sobre los diálogos persiste una sombra de incertidumbre porque se desconoce si el CNP tiene la suficiente influencia sobre los manifestantes tan heterogéneos y las movilizaciones que desde hace un mes surgen espontáneamente en casi todo el país. En los barrios populares, sobre todo en los de Cali (suroeste) donde se mantienen los puntos de resistencia más fuertes, consideran que el CNP no tiene “ninguna autoridad”.

El gobierno ha condicionado la apertura de una negociación al cese de los bloqueos en carreteras y ciudades, petición también secundada por empresarios ya que, según una encuesta de las Cámaras de Comercio colombianas, más de 22% de las empresas afiliadas han tenido que suspender operaciones por los bloqueos y casi todos los empresarios encuestados reconocen que muchos puestos de trabajo corren riesgo por el paro nacional.

Ministro de Defensa se queda

La Cámara de Representantes hundió ayer mismo la moción de censura contra el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, promovida por congresistas de la oposición que lo acusaron de ser el “responsable político” de la violencia policial en las protestas.

La proposición de moción de censura fue respaldada por 36 representantes, mientras que 109 la rechazaron al votar por el “no”.

La moción fue convocada por 18 congresistas que denunciaron las “violaciones de derechos humanos” atribuidas a la fuerza pública durante las violentas manifestaciones, que dejan al menos 43 fallecidos y 129 personas dadas como desaparecidas.

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