Washington.— El Congreso de Estados Unidos dio este jueves un primer paso para el enésimo intento de reforma migratoria, que como todos los anteriores, desde hace años, apunta al fracaso. A pesar del empuje desde la Casa Blanca y el control demócrata de las dos cámaras, no hay el apoyo suficiente todavía, y el camino hacia su aprobación es prácticamente inexistente.

La atrevida, enorme y revolucionaria propuesta de la Casa Blanca en materia migratoria no tiene el apoyo suficiente, pero la Cámara de Representantes controlada por los demócratas no se rinde y, por el momento, está intentando aprobar leyes del mismo ámbito que darían respuesta a la visión del presidente Joe Biden, como si fueran pedazos de una reforma más integral.

Este jueves aprobó dos leyes que pueden poner en camino hacia la ciudadanía a millones de personas que ahora mismo están indocumentadas y en situación de protección especial temporal a la deportación. La primera, la nueva “Dream Act”: una nueva versión que, además de incluir a los jóvenes dreamers, también da un camino a la residencia permanente e incluso a la ciudadanía a las decenas de miles de indocumentados con un estatus de protección temporal (los conocidos como TPS y DED), fórmulas de refugio humanitario.

Si cumplen los requisitos, ambos grupos podrán solicitar residencia permanente de manera inmediata; como novedad, también computarán los hijos de trabajadores temporales.

Camara Baja aprueba ley migratoria para los dreamers
Camara Baja aprueba ley migratoria para los dreamers

“Siempre ha sido un placer para mí cantar alabanzas de nuestros dreamers. Nos enorgullecen mucho”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, antes de la votación. “Para nosotros, este es un día no sólo de aprobación leyes, sino también un motivo de celebración”.

Si bien todos los cálculos apuntan que serían unos 2.5 millones de personas los que serían beneficiados, según un estudio del Migration Policy Institute, potencialmente hasta 4 millones 438 mil indocumentados podrían acogerse del respiro migratorio de la American Dream and Promise Act aprobada este jueves por la Cámara Baja. Según una encuesta de Pew Research, 74% de los estadounidenses está de acuerdo en dar residencia permanente a los dreamers. La otra ley, referente a la “modernización de los trabajadores agrícolas”, permitiría a decenas de miles de inmigrantes a pedir residencia temporales por un periodo, con la opción de, tras un cierto plazo y bajo ciertas condiciones —especialmente de tiempo en trabajo agrícola—, aspirar a la residencia permanente.

En 2019, propuestas muy parecidas ya fueron aprobadas en la Cámara Baja; esta vez, como entonces, también obtuvieron algunos votos republicanos (nueve conservadores dieron el “sí” a la referente a los dreamers, 30 en la de trabajadores agrícolas).

Su camino de futuro se prevé imposible. Los demócratas no tienen la mayoría necesaria para superar los obstáculos de sus rivales. “No hay ninguna vía ahora mismo para nada [de esto]”, confirmaba el senador conservador Lindsey Graham, demostrando que su partido no tiene apetito por avanzar en la reforma migratoria y enterrando al menos por el momento cualquier viso de éxito en lo que consideran una “amnistía” que dañaría a los estadounidenses.

La Cancillería mexicana saludó “respetuosamente” el avance de las propuestas.

Mientras, funcionarios de la administración de Joe Biden admitieron que el gobierno tiene a más de 14 mil niños migrantes en custodia, en medio de un incremento en la llegada de menores solos a EU.

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