Bruselas.— Como resultado de una serie de buenas actuaciones electorales, los partidos de extrema derecha y ultraconservadores siguieron avanzando en el terreno político del Viejo Continente en 2019.

En los comicios europeos de mayo, en 16 países aumentaron en términos del volumen total de electores, mientras que sólo en cuatro estados contabilizaron caídas: en Dinamarca, Francia, Hungría y Bulgaria, en estos tres últimos la baja fue moderada.

De acuerdo con un análisis elaborado por Mattia Zulianello, del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Florencia, el resultado más espectacular de las fuerzas radicales de derecha fue en Italia, con la Liga Norte y los Hermanos de Italia, que de manera combinada vieron crecer su fuerza en 31%.

Fue notable el avance en Bélgica de los separatistas Interés Flamenco, que acumularon 11.5% de las preferencias electorales del país, 7.2% más que en los comicios europeos de 2014. En Estonia, el Partido Popular Conservador creció 8.7%; en Suecia, los Demócratas 5.7%; en España, la agrupación Vox 4.6%; en Alemania, los extremistas de Alternativa para Alemania se expandieron 3.9%, y en Luxemburgo, el Partido Alternativo de la Reforma Democrática escaló 2.5%.

Entre las fuerzas debutantes, como el Partido Brexit en Reino Unido (30.8%), el Foro para la Democracia de Holanda (10.9%) y Solución Griega (4.2%), su crecimiento se debió en gran medida a expensas de otros competidores populistas, como el británico UKIP y el holandés Partido por la Libertad, que retrocedieron.

En total, las fuerzas de extrema derecha y ultraconservadoras irrumpieron en la nueva Legislatura del Parlamento Europeo con 163 eurodiputados, 38 más que antes.

Al margen de las europeas, también vieron aumentar su presencia en contiendas nacionales. En España, Vox se consolidó como la tercera fuerza política; en el reinado belga Interés Flamenco fue la segunda fuerza más votada en los comicios generales; en suelo helénico, Solución Griega se colocó como el quinto partido más grande en el Consejo de los Helenos, y en Austria, pese a los escándalos de corrupción, el Partido de la Libertad FPÖ se normalizó como la tercera agrupación más grande.

Expertos coinciden en que gran parte del avance ultra de los últimos años ha sido consecuencia del fracaso de las instituciones y los partidos políticos tradicionales para responder a genuinas demandas ciudadanas, culturales y económicas, provocadas por fenómenos como la migración, la globalización y el terrorismo.

Investigadores como Vikram Singh, del Center for American Progress y del American Enterprise Institute, sostienen que la amenaza de las fuerzas populistas autoritarias no desaparecerá hasta que emerja una nueva generación de líderes políticos capaces de ofrecer una auténtica agenda que mejore las condiciones de vida de los ciudadanos.

Otros analistas, como Jan Hoogmartens, del Instituto Real de Relaciones Internacionales Egmont, advierten que sin un cambio de narrativa, el proyecto europeo estará condenado a la extinción, debido a que existe el riesgo de que los populistas terminen distorsionando su imagen y convenciendo a la ciudadanía.

Señaló en su momento que la narrativa requerida en Bruselas no sólo debería centrarse en cooperar en áreas en las que pueden ofrecer resultados tangibles, sino también en la defensa de los valores de la UE como la vía para encontrar nuevas soluciones a inquietudes concretas de los europeos.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Más Información

Noticias según tus intereses