La mañana de este lunes, una fuga de agua provocó una pequeña inundación en los pasos a desnivel que conectan ambos extremos de la Calzada San Antonio Abad, en la colonia Vista Alegre, situación que reavivó la preocupación de vecinos por el deterioro en la estructura que, aseguran, se ha acentuado desde el inicio de las obras de la Calzada Flotante.
Aunque los locales ubicados debajo de los túneles permanecen cerrados debido a los trabajos de construcción y no reportaron afectaciones, el recorrido realizado por esta casa editorial permitió constatar que la zona presenta condiciones que inquietan a los habitantes.
En el paso a desnivel de San Antonio Abad y José María Roa Bárcenas fueron colocados trafitambos y andamios de madera para habilitar el cruce peatonal. Sin embargo, se observó que solo algunos cuadros metálicos sostienen el techo del paso vehicular, donde se aprecian cuarteaduras y desprendimientos.

Lee también CDMX enciende el espíritu navideño; avanzan los trabajos de alumbrado en edificios del Zócalo
“Desde que empezaron las obras, las paredes se empezaron a rajar. Primero eran líneas delgadas, y ahora ya se alcanzan a ver pedazos que se han caído”, relató María López, residente de la zona desde hace dos décadas. “Nos da miedo pasar por aquí; cada que tiembla o pasa un camión fuerte, esto truena”, añadió.
Otro vecino, Jorge Hernández, señaló que han reportado el deterioro en múltiples ocasiones sin recibir atención inmediata. “Pusieron unos soportes de metal, pero se ven improvisados. No creemos que aguanten si sigue vibrando la estructura. Lo mínimo que pedimos es una revisión seria”, comentó.
Unos metros adelante, en el cruce con Avenida del Taller, se encuentran otros dos bajo puentes que también presentan cuarteaduras visibles. Estos pasos están sostenidos por vigas metálicas apoyadas sobre costales de arena, medida que los vecinos consideran insuficiente.

Lee también CDH CDMX acompañó 79 manifestaciones este año; mantiene abiertas 11 quejas por la marcha de la Generación Z
El tercer paso peatonal de la zona permanece clausurado de manera permanente, lo que ha complicado la movilidad de peatones, especialmente de adultos mayores y personas con discapacidad.
“Es un tramo muy transitado y lo único que vemos son remiendos. No queremos que pase una tragedia para que entonces sí vengan a arreglarlo”, dijo Alicia Martínez, comerciante afectada por el cierre de los locales.
Los habitantes piden a las autoridades realizar una revisión estructural integral y atender tanto la fuga de agua como el deterioro progresivo de los pasos a desnivel, antes de que la situación represente un riesgo mayor para quienes circulan diariamente por la zona.

aov
Noticias según tus intereses
[Publicidad]
[Publicidad]













