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Los ánimos se encendieron esta tarde en el Congreso de la Ciudad de México, por lo que la sesión tuvo que ser suspendida debido a que el ambiente ya estaba muy tenso por los insultos y descalificaciones que se lanzaron mutuamente diputados, panistas y morenistas.
Todo comenzó cuando el diputado de Morena, Carlos Cervantes Godoy presentó un punto de acuerdo para pedir a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que investigará al alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada.
Lo anterior generó un debate que parecía interminable entre panistas y morenistas, pues se habló de todo un poco: del parentesco del diputado Cervantes con la fiscal Ernestina Godoy, del llamado Cártel inmobiliario, de la invasión de predios, de la candidatura a la jefatura de gobierno, de la ratificación de la fiscal, de los diputados golpeadores y hasta de los asesores que incomodan a diputadas cuando las graban.
Obviamente en cada intervención los insultos iban subiendo de tono hasta que llegó el punto en que la sesión no pudo seguir, por lo que se pidió rectificación de quórum para poder reventar los trabajos.
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El diputado Carlos Cervantes y el panista Ricardo Rubio se enfrascaron en un duelo personal de descalificaciones que llegó incluso hasta las amenazas. Rubio acusó al legislador de Morena de ser un “golpeador” a lo que Carlos Cervantes respondió que era curioso que lo acusara de golpeador “alguien que ha sido acusado de golpear a su mujer… eres un mediocre Rubio”.
Esto desató los “ssss” de varios diputados, pero la furia de Ricardo Rubio, quien amenazó con llevar a Godoy a tribunales por esta afirmación “porque yo fui absuelto por un juez, señor diputado, y yo jamás he sido denunciado de ningún tipo de violencia contra las mujeres, fui absuelto por un juez que desestimó que existiera violencia… yo estoy aquí, no por un favor a mi tía, yo gané de mayoría”.
Asimismo, durante esta interminable discusión, la diputada panista Frida Guillén denunció que un trabajador de comunicación social de Morena la estaba grabando y que por esta situación se sintió incómoda.
Como respuesta, el presidente en turno de la Mesa Directiva, Gerardo Villanueva, puso orden y ordenó que todos los asesores y personal de comunicación se retiraran del área de los curules.
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La gota que derramó el vaso y que tensó completamente el ambiente dentro del recinto legislativo de Donceles y Allende fue el pique entre la panista Daniela Álvarez y precisamente Gerardo Villanueva.
Durante su participación en tribuna, Daniela Álvarez habló de la Unión Popular Benita Galeana, “que primer fue de Martí Batres, luego de un diputado que nos acompaña aquí y hoy de su hermano”, haciendo referencia a Villanueva.
Como respuesta, el presidente de la Mesa Directiva en turno apuntó que no se sentía aludido por las “mentiras y vulgaridades que se dicen en tribuna, incluso mi papel como presidente es soportar la ignominia con tal de que se concluyan las tareas parlamentarias”.
Más tarde, Gerardo Villanueva se pudo “vengar” un poco de Daniela Álvarez, pues al explicar por qué le dio el uso de la palabra por alusiones dijo que “ella se siente aludida, espero que no por todo lo que ha dicho la diputada Martha Ávila, pero sí de una parte”, haciendo referencia al discurso que minutos antes había dicho Martha Ávila, quien llamó corruptos a los panistas.
Al escuchar esto, el rostro de Daniela Álvarez, quien ya se encontraba en tribuna, cambió de forma y solicitó una disculpa por parte del presidente por este chiste. Asimismo, lo retó a bajarse de la presidencia y debatir: “es usted un cobarde”, gritó la panista.
Como ya no había forma de debatir, pues los insultos ya eran demasiados, la legisladora de Morena, Ana Francis López, pidió “detener esta masacre” que se prolongó por más de tres horas.
Se pidió rectificación de quórum y los trabajos se suspendieron, pues ya únicamente había 22 legisladores.
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