Estados

“Siempre vamos a tratar de cruzar, a la fuerza o como sea”

Hondureños aseguran que mientras sigan las amenazas en su país, transitarán por México

Andoni Peralta asegura que en Honduras no se puede vivir, “no hay trabajo y hay mucha inseguridad; ningún acuerdo va a frenar a los migrantes, dice. Foto: ESPECIAL
14/06/2019 |02:05Francisco Rodríguez / Corresponsal |
Francisco Rodríguez
Pendiente este autorVer perfil

Torreón.— “Siempre vamos a tratar de cruzar, a la fuerza o como sea. Hay mucha gente que apenas sobrevive en Honduras”, platica Andoni Gerardo Peralta, un migrante de 20 años que recién arribó a la posada de El Peregrino en Torreón, Coahuila.





Han pasado dos meses desde que Andoni salió de San Marcos, Honduras, pero se enteró del acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos, por el cual el gobierno mexicano enviará 6 mil elementos de la Guardia Nacional a la frontera sur para tratar de detener el flujo de migrantes.

“No lo van a impedir. No se puede vivir en Honduras. Varios intentan luchar y luchar. No hay trabajo y hay mucha inseguridad”, comenta sobre los argumentos que hay en su país para que la gente emigre.

Club El Universal

Andoni platica que en su pueblo, una zona campesina, los maras lo comenzaron a vigilar y un día le tomaron fotografías afuera de su casa. Le dio miedo y no supo qué hacer. Lo pensó unos días y decidió huir. “Hay muchas pandillas que traman y todo eso. Siempre me iban a vigilar y mejor me vine”, menciona.

Andoni, a sus 20 años, es la segunda vez que emprende una migración. La primera lo hizo a los 15, duró dos años en Houston, Estados Unidos, hasta que lo deportaron. Su madre, cuenta, está vieja y enferma y él quiere regresar para apoyarla.

Asegura que se dedica a la albañilería, es carpintero, soldador y puede hacer labores del campo.

La misma situación de inseguridad y amenazas de los maras llevó a Óscar Alonso Mateo, de 52 años, y a su hijo Óscar Manuel, de 16, a salir de Atlántida, Honduras. Ellos tienen un mes y 12 días en esta ciudad.

Es la primera vez que salen de su país, pero cuenta el hondureño que los maras amenazaron a su hijo con matarlo si no se unía a sus filas.

“Tomamos la decisión de salir de nuestro país y ver si podemos mejor salvar la vida. No quería una desgracia para él, me lo iban a liquidar”, menciona Óscar, quien trabajaba en una empresa de palma aceitera.

En Honduras dejó esposa y cuatro hijas. En Estados Unidos, Óscar tiene cuatro hermanos, le dijeron que lo apoyaban. “Es complicado dejar a la familia, pero a eso lo orillan”, dice.

Y asegura que mientras permanezcan esas amenazas, aunado a la falta de empleo, será el principal combustible para que los migrantes sigan cruzando y pasando por México.

“Vamos para Piedras Negras. Todas las fronteras están complicadas, pero es la ruta que mis hermanos tomaron”, menciona Óscar.

Te recomendamos
Únete al Gran Diario de México.
Continua consultando toda la información de
sin interrupciones.
Agotaste tus lecturas gratis en esta sección.
Si deseas continuar leyendo y disfrutar de sin límites.