Acámbaro.— Más de la mitad de los elementos de la Policía Municipal entraron en paro de labores para exigir garantías de seguridad en su desempeño y la destitución del comisario de Seguridad Pública, Jaime Nicacio Valdez, luego de que el viernes pasado un oficial fuera asesinado por un comando que atacó el domicilio del mando de la corporación y de que otro resultara herido de gravedad en los mismos hechos.
Desde la tarde del domingo varios policías operativos se ausentaron de sus funciones y después del mediodía de ayer se elevó a 87 la cifra de oficiales en paro, por lo que el gobierno de Acámbaro solicitó el apoyo de la Guardia Nacional, Ejército y Fuerzas de Seguridad Pública del Estado.
En este municipio, situado al sur de Guanajuato, el alcalde Alejandro Tirado Zúñiga señaló que la fuerza operativa policial es de 130 elementos y, ante el dato de ausentismo, reconoción que “la situación es complicada, muy complicada”.

En un documento dirigido al alcalde, signado por 63 policías, éstos refieren que no hay unidades para llevar a cabo el servicio, necesitan capacitación, elevar el monto de su seguro de vida, el cual actualmente es de 200 mil pesos.
Asimismo, en una reunión privada le pidieron al edil el cese del comisario de Seguridad y la designación de mandos con ética, acreditada probidad y rectos en su responsabilidad, comentó un oficial que pidió la reserva de su identidad.
El viernes, el oficial José Miguel Sandoval Sosa y su compañero de apellido Ortiz, ambos comisionados como escoltas del comisario de Seguridad, fueron acribillados por un grupo armado en el exterior del domicilio de su jefe.
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