La Casa del Migrante de Saltillo se quedó sin agua porque inspectores de la compañía española “Aguas de Saltillo” (AGSAL) les “cortaron” el suministro este sábado.

“Te aseguro que no fue una broma por ser 28 de diciembre Día de los Santos Inocentes”, dijo Alberto Xicoténcatl Carrasco , director de Casa del Migrante en esta ciudad, donde albergan en este momento a unos 70 centroamericanos y extranjeros de otros países lejanos.

En este lugar en más de década y media se ha dado alojamiento, una cama donde dormir, comida y bebida caliente, un lugar para bañarse y lavar su ropa, a más de 100 mil inmigrantes, quienes van de paso a Estados Unidos a buscar el trabajo que no hay en sus pueblos.

“Es verdad, vinieron y clausuraron el medidor y no tenemos como pagar porque debemos casi medio millón de pesos de pesos de los últimos tres años y meses”, declaró al periódico “EL UNIVERSAL”.

Por mes el gasto de agua es de 13 mil pesos, agregó y aseguró que le pidieron apoyo a dos alcaldes, pero no les hicieron caso por eso piden la intervención del gobernador, Miguel Ángel Riquelme Solís y del propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Si López Obrador logró, (desde hace muchos años) que todos los habitantes del estado de Tabasco no pagaran luz a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pues bien puede conseguir que al refugio de inmigrantes les subsidien el agua.

No nos negamos a pagar es que no tenemos dinero, por eso hemos pedido ayuda a las autoridades, primero a Isidro López Villarreal, cuando fue presidente municipal de Saltillo por el Partido Acción Nacional (PAN).

López Villarreal vino varias veces a la Casa del Migrante, nos trajo a regalar como 50 pares de zapatos usados que eran de sus trabajadores, le dijimos lo del adeudo con AGSAL pero nunca respondió, diplomáticamente nos ignoró.

Después solicitaron ayuda a Manolo Jiménez Salinas, actual alcalde, igual se lo dijeron y se lo pidieron por escrito, pero ni “Chilo” ni Manolo les hicieron caso, por eso cayeron en morosidad y la deuda les resultó impagable.

La casa se creó por una monja de Oaxaca

La Casa del Migrante de Saltillo fue creada hace 17 años, por iniciativa de una religiosa, Guadalupe Lula Pérez, de la orden “Misioneras Catequistas de los Pobres”.

Se logró con apoyo del Padre Pedro Pantoja y del Obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, quien después consiguió la propiedad en la colonia Landín.

Lula Pérez trabajó mucho para auxiliar a los centroamericanos, pero en su orden no se lo permitían y ella decidió renunciar hace 12 años, dijo: “Prefiero seguir a Dios que a una orden”, ahora tiene 56 años de edad y vive en Oaxaca.

Estima que la manutención de la casa cuesta austeramente 200 mil pesos mensuales, dos millones y medio de pesos anuales, pero no hay dinero que alcance, tan solo en este año atendieron como 9 mil migrantes, por las caravanas-

Nada más dos tinacos

Alberto Xicoténcatl comentó que solo cuentan con dos tinacos para paliar la situación en lo que arreglan el problema. Carecen de cisterna donde almacenar agua.

Consideró que quizá presenten una queja ante la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC) porque AGSAL viola un derecho humano y constitucional, de las personas de acceder al agua.

Desde el año 2002 el Derecho al Agua es un Derecho Humano Universal, así lo estableció el Comité de Derechos Humanos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas:

“El Derecho Humano al agua es el derecho de todos a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible, y asequible para el uso personal y doméstico”.

Pero además de las recomendaciones de la ONU, AGSAL viola el artículo cuarto constitucional, reformado el 6 de julio de 2015 que garantiza el suministro del vital líquido a la población en este país, remarcó.

Cortan agua a casa del migrante de Saltillo; no tienen dinero para pagar, dicen
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