José José fue tormenta en el Zócalo

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Un príncipe necesita un gran escenario para despedirse y José José lo tuvo: la plancha del Zócalo capitalino, en la cual se le brindó un último adiós ante casi 100 mil asistentes y con la presencia de más de 20 artistas, quienes le rindieron un emotivo homenaje.

La tarde del viernes estaba nublada, amenazaba con llover, quizá parecía no ser un día adecuado para despedir al ídolo mexicano pero a los fanáticos eso no les importó con tal de brindarle un hasta pronto al artista fallecido a los 71 años.

Tal y como si la ciudad quisiera despedir al Príncipe de la mejor manera, poco antes de las 18:00 horas el cielo se tornó gris, las nubes cubrieron el cielo y, tras unos truenos, la lluvia llegó, como si deseara limpiar el Zócalo, preparándolo para iniciar este último festejo que duró alrededor de cuatro horas.

El público, fiel como lo demostró en Bellas Artes, Clavería y el Panteón Francés, en esta ocasión aguantó la empapada, todo con tal de no perder su lugar y poder disfrutar los grandes temas que hizo famosos José José pero ahora en voz de sus colegas y amigos.

Durante su vida, José Rómulo Sosa Ortiz, nombre real del artista, cosechó innumerables amigos que este viernes estuvieron agradecidos de despedirlo, interpretando sus éxitos y recordando el tiempo que cada uno pasó con él.

Luego de iniciar el homenaje con un popurrí a cargo de una orquesta, la primera en subir al escenario y hacer que al público se le quitara el frío y acogiera el romanticismo de José José fue María León, quien interpretó el tema “Un mañana”, a ésta le siguió el grupo Mentiras, quien cantó los temas “O tú o yo”, “No me digas que te vas” y “40 y 20”.

José José fue tormenta en el Zócalo

Yuri hizo vibrar, recordar y conmover con su interpretación de “El triste”, al igual que Pandora, que entonó “Almohada”, para la que no necesitó coros, pues contaba con la voz de los miles de fans que se encontraban en el primer cuadro.

Yuri y Pandora estaban visiblemente conmovidas y agradecían haber estado al lado del Príncipe y poder rendirle tributo.

Entre artista y artista se pudieron escuchar los testimonios de algunos colegas como Carmen Salinas, Angélica María, Angélica Vale, Alejandro de la Madrid, Manuel Alejandro y César Costa, entre otros, quienes recordaron no sólo al cantante sino también al amigo y el confidente.

Con la noche encima, las luminarias continuaron llegando al escenario, todos interpretando a su estilo los temas de José José; Paty Cantú con “Lo dudo”, Manuel Mijares con “Desesperado” y La Sonora Santanera con “Amar y querer” en una versión tropical, la cual hizo que más de una pareja sacara sus pasos de baile.

El frío se sentía y la lluvia y el viento no ayudaban al público asistente pero el legado musical del José José los cubría, la emoción no paraba, los videos que el público grababa constataban eso, así como los gritos, aplausos y coros que despedían al artista.

El público que se encontraba deleitándose del show era diverso, se podía ver a novios de menos de 30 años, pero también a aquellos esposos o eternos enamorados que quizá se conocieron con algún tema del Príncipe. Las familias también llegaron al homenaje, todos cubiertos con ropa abrigadora, impermeables y hasta sombrillas, preparados por si la lluvia amenazaba con volver.

También los turistas llegaron, posiblemente por curiosidad o reconociendo alguno de los populares temas que se podían escuchar pero igualmente se notaba que disfrutaban de las canciones, incluso sin siquiera saber de qué trataba la canción, al estar en un idioma distinto al de ellos.

Parte de este largo y monumental espectáculo también contó con la participación de Erik Rubín con “Amor, amor”, Natalia Jiménez con “Me basta”, Moenia con “Volcán” y Mon Laferte con “Amar y querer”.

Uno de los momentos más emotivos de la velada fue cuando José Joel y Marysol subieron al escenario para despedir a su padre.

Mientras su primogénito lo hizo entonando la canción “Voy a llenarte”, su hija cantó “Dos”.

La escena fue sensible para ellos y también para el público, que los recibió con aplausos y porras como si a través de ellos pudieran tener de nuevo un pedacito de José José.