Dos pasos grandes podría estar dando en breve la investigación de la PGR sobre el caso Ayotzinapa. Eso fue lo que dijo el martes la procuradora Arely Gómez a los padres de los 43 normalistas.

El primer paso se relaciona con la identificación de un mando operativo del gobierno del estado de Guerrero que pudo haber jugado un papel principal en la desaparición de los estudiantes.

El segundo tiene que ver con la investigación interna que la Procuraduría mantiene en contra de Tomás Zerón de Lucio, actual director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).

Antes de irse de México, el GIEI insistió con que se investigara a un sujeto identificado bajo el alias de El Caminante. Los expertos independientes de la CIDH dieron con este personaje después de haber estudiado las comunicaciones de telefonía celular que sostuvieron los presuntos delincuentes durante la madrugada del 27 de septiembre de 2014.

En el reporte del grupo, se afirma que este sujeto habría llamado y recibido comunicaciones celulares de al menos seis policías municipales de Iguala involucrados con la desaparición de los normalistas. Lo hizo al mismo tiempo en que se comunicaba con Ramiro Ocampo Pineda, alias El Chango, uno de los mandos del grupo delictivo Guerreros Unidos.

La procuradora Arely Gómez informó que —siguiendo un análisis cuidadoso de la red de vínculos de telefonía— el GIEI tuvo razón. El Caminante no se habría enlazado aquella noche sólo con Ocampo Pineda, sino además con otros seis integrantes de Guerreros Unidos.

Podría, por tanto, ser un eslabón fundamental para comprender la cadena de mando que reunió aquella noche fatídica a las autoridades formales y los criminales responsables.

Se suma como novedad que este sujeto habría sido un mando operativo de la policía ministerial del gobierno del estado de Guerrero. Es decir, que no trabajaba para la presidencia municipal de Iguala, sino que estaba bajo las órdenes del Ejecutivo estatal.

A partir de esa hebra podría llegar a conocerse la estructura delincuencial que se apoderó del gobierno guerrerense encabezado por Ángel Aguirre Rivero.

La otra investigación que anunció la procuradora como casi terminada es la que se le sigue a Tomás Zerón de Lucio.

Arely Gómez no adelantó todavía nada y, sin embargo, resulta interesante saber que no fue en la AIC ni en la oficina de los servicios periciales de la PGR donde se realizó el análisis de intercomunicación celular para ubicar a El Caminante.

Al parecer, la desconfianza en Zerón es de tal tamaño que la procuradora prefirió encargar esta tarea crucial a la Policía Federal, encabezada por Enrique Galindo Ceballos.

¿Qué habrá encontrado ya la PGR en contra del director de la AIC como para marginarlo del caso Ayotzinapa al punto de recurrir a los vecinos de la Policía Federal para que lo suplan en su responsabilidad?

ZOOM: Tomás Zerón es un obstáculo para la investigación del caso Ayotzinapa porque controla en simultáneo la AIC, los servicios periciales, la policía de investigación y el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi).

Según se infiere de las declaraciones de la procuradora, ¿acaso en sólo cuatro semanas dejará de serlo?

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