Andrés Manuel López Obrador no es el mismo de 2006 y 2012; hoy es otro. En estos 10 años, el ahora líder moral de Morena ha dado un giro al menos en el tono de sus discursos (el fondo, hay que reconocerlo, es igual): una verdadera conversión política por decirlo.

Mientras que hace unos días criticaba la promiscuidad político-electoral por las alianzas entre partidos y designación de candidatos, en esta semana ha dado muestra de que es posible el milagro... perdón, el proceso de la conversión política legítima.

Los hechos de Andrés Manuel sucedieron en Tabasco (su estado natal), donde participó en el registro de Octavio Romero Oropeza como su candidato a la presidencia municipal de Centro, Tabasco.

Ahí, dio la buena nueva, digo, la bienvenida a Evaristo Hernández Cruz, quien renunció al priísmo y ahora simpatiza con él, y de paso, a todos aquellos que deseen seguir su palabra... ¡su partido!:

—Evaristo ha tomado la decisión de sumarse a esta lucha y eso lo exonera. Todo el que está en el PRI, y decide pasarse a Morena, y se arrepiente de todo lo que pudo haber hecho mal, nosotros (nótese ese “nosotros” que en realidad es él) pensamos que se debe perdonar. Porque no somos nosotros nadie para impedir que la gente rectifique, está perdonado ya y al momento que sale del PRI se limpió.

Evaristo llevaba cerca de 15 días sin partido. Su renuncia al PRI, en el que militó cerca de 37 años, se dio el 18 de enero. En el pasado, AMLO calificó como “corrupto” a su nuevo militante... pero ahora ya todo está perdonado. Apostató.

No está de más que los fieles, perdón, simpatizantes de AMLO vayan pensando en tener listo un proceso para realizar esta suerte de bautizo político, de reconversión al amloísmo. Idealmente debe realizarse en las aguas del río Grijalva, pero bueno, si no podría realizarse en alguna plaza pública.

Esta columna, siempre presta a facilitar las cosas, sugiere este rito de iniciación para los conversos, que pueden tener, o no, padrinos. Ojo, antes checar si usted no está en la lista de los “vetados”, es decir, no se aceptará a Arturo Núñez, Felipe Calderón, Vicente Fox, Enrique Peña Nieto, Manuel Andrade, o a Manlio Fabio Beltrones. (Curiosamente no mencionó a Carlos Salinas de Gortari).

AMLO: N____ , ¿qué pides de Morena?

N____: Una candidatura.

AMLO: ¿Qué bien nos dará?

N____: Prerrogativas casi eternas.

AMLO: ¿Renuncias a Salinas?

N____: Sí, renuncio.

AMLO: ¿Renuncias a Beltrones?

N____: Sí, renuncio.

AMLO: ¿Renuncias al PRI?

N____: Sí, renuncio.

AMLO; ¿Y a todas sus obras y transas?

N____: Sí, renuncio.

AMLO: ¿Y a todas sus tentaciones?

N____: Sí, renuncio.

En la ceremonia, el recién convertido al amloísmo es ungido con tinta electoral indeleble en el costado izquierdo de su pecho con el dedo índice derecho de AMLO —recuerde “lo que dice mi dedito”, Peje dixit— y López Obrador se dirige nuevamente a él y a sus padrinos.

AMLO: ¿Crees en Andrés Manuel todopoderoso, creador de Morena en el cielo y en la tierra?

N____ padrinos: Sí, creemos.

AMLO: ¿Crees en los estatutos, la sede de Morena, el reparto de cuotas, el perdón de las transas, la repartición de candidaturas aún en tómbola en el partido y en la vida política eterna? N____ padrinos: Sí, creemos.

AMLO: ¿Quieres ser convertido?

N____ padrinos: Sí, queremos.

En este momento AMLO coloca su mano izquierda y le dice al recién afiliado: “Yo te doy la bienvenida. Ahora vete en paz a hacer campaña, Andrés Manuel está contigo”.

Que un grupo de reporteros y camarógrafos de 24 Horas, con Jacobo Zabludovksy, está escribiendo un libro de testimonios sobre su experiencia con él. Lo editará Planeta, para julio, cuando se cumplirá el primer aniversario de su muerte. El prólogo lo escribirá Miguel Alemán Velasco.

“Ustedes están viviendo su pedacito de guerra, su pedacito de sufrimiento, de violencia, de crimen organizado”. Es parte de las respuestas que dio el Papa Francisco a mexicanos y mexicanas que le hicieron preguntas en un en foro-entrevista realizado por Notimex y Centro Televisivo Vaticano.

Aunque asegura que no es un “Rey Mago” que viene a dar regalos y que más bien viene a enriquecerse con nuestra fe (“no a pasar la canastita”) sobre todo en la Virgen de Guadalupe, sí dijo que rezará con los mexicanos para terminar con violencia, corrupción, “y todo lo que ustedes saben que sucede”.

--El México de la violencia, de la corrupción, del tráfico de drogas, de los cárteles no es el México que quiere nuestra madre (la Virgen de Guadalupe)... por supuesto que no quiero tapar nada de eso, al contrario, exhortarlos a la lucha de todos los días contra la corrupción, contra el tráfico, contra la guerra, contra la desunión, contra el crimen organizado, contra la trata.

Veremos cuál es el tono del discurso papal, por lo pronto llama la atención el debate al interior de la propia Iglesia Católica, suscitada por el artículo publicado en “Desde la Fe” (de la arquidiócesis de México, es decir, Norberto Rivera Carrera) donde se aseguró que el Papa visitaría lugares violentos, pobres contra la reacción del recién nombrado cardenal (por este Papa), Alberto Suarez Inda que más bien trató de bajarle a esa percepción e incluso calificó la publicación de “amarillista”.

Interesante porque con esta visita el arzobispo primado de México, Rivera Carrera, tan cercano a círculos de poder, sabe que se juega, ante la cercanía de sus 75 años (que cumplirá el 6 de junio de 2017) considerada edad de retiro, unos años más en su puesto… o no.

Ayer el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro y Serapaz enviaron una carta al Papa donde le piden poner atención en la crisis de derechos humanos que se vive en México. Entre otros detalles, recuerdan que en Michoacán el año pasado murieron “50 civiles a manos de la Policía Federal en los municipios de Apatzingán y Tanhuato, y un niño de 12 años fue arbitrariamente privado de su vida por elementos militares en la localidad de Ostula, en un enfrentamiento armado”.

Hablando de corrupción y estos temas no está por demás que nuestra clase política le de una repasadita al libro El nombre de Dios es misericordia, de Andrea Tornielli, donde Jorge Mario Bergoglio da una breve reflexión sobre la corrupción:

--El corrupto no conoce la humildad, no se considera en necesidad de ayuda, lleva una doble vida. No se debe aceptar el estado de corrupción como si sólo fuera un pecado como cualquier otro.

Él lo dijo:

--Mancharon mi honor, me hicieron un daño irreparable. Tomaré cartas en el asunto más adelante: Humberto Moreira al llegar a México. Se regresó aquí en cuanto le dieron su pasaporte. Estaría por decidir si se lanza como candidato a la alcaldía de Saltillo, Coahuila. Ya dijo Manlio Fabio Beltrones que tiene todo el derecho: y sí, formalmente no hay nada que se lo impida. Pero, ¿en serio? Suena a broma (pero bueno, también muchas otras cosas en el país).

katia.katinka@gmail.com

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