Nunca como ahora un DVD o un Blu Ray, sobre todo tratándose de esa especie común mexicana que dejó todo (en este caso los regalos navideños) para última hora, y que salió hace unos días a lo que algunos expertos denominan como: “compras de último segundo, o de pánico”, pudo salvar la situación con precios alternativos en contraposición con los que comúnmente se atraca en despoblado en las tiendas de discos o departamentales.

En los terrenos “prohibidos” de costumbre ya no señalados como mal vistos, donde poco dinero es más que suficiente para la experiencia digital, los que alguna vez dijeron de esa agua no beberé, ahora beben y celebran precios más que accesibles a como están las cosas. Ellos pudieron agenciarse para quedar muy bien navideñamente hablando, con la edición en BR de los dos discos (no del que se vende comúnmente en DVD) del documental de Ron Howard: Eight days a week (The tournig years), sobre las giras sesenteras de The Beatles, que Universal Music no quiso sacar, ni porque se trataba del cuarteto de Liverpool.

Siguiendo en el tenor musical, también estuvo disponible el rockumental de los mejores amigos de los hermanitos Gallagher: Blur (No distance left to run), donde los integrantes de lo más representativo del brit pop se vuelven a juntar tras seis años por lo único que se juntan los grupos de rock: dinero. La historia es la de un par de magnos conciertos en Hyde Park y una minigira por el Reino Unido, que los sacan de pobres. Y para los que no quisieron ningún tipo de historias sino nada más conciertos, ahí estuvieron: The Libertines en un par de conciertos registrados en París y Londres. Su título: “What became of the Likely Lads”.

Los fans del cine alternativo coreano disfrutaron una cinta de género que seguramente ya hemos visto mil veces, pero no tan bien contada como esta cuyo título original es Train to Busan, rebautizada aquí como Estación Zombie, con el drama de un virus viral de cuidado que corre en un poderoso y veloz tren. Uno de los mejores estrenos del año, con temerario pulso narrativo de auténtica locura por la acción.

Por su parte, Ricardo Ham y José Luis Duran King, investigadores honorarios de asesinos en serie recomendaron (lo mismo que Netflix) la película irlandesa: No soy un asesino en serie, filmada en un pequeño pueblo americano de “no pasa nada” (hasta que pasa), con el relato de un joven obsesionado en no convertirse en un serial-killer. Los pelos se ponen de punta cuando se le agrega un extraño elemento que no es de este mundo.

Navidad no pudo cerrar sin una película de El Chapo Guzmán, después de la fallida y cómica Chapo: el escape del siglo, de Axel Uriegas (con la que los narcos rieron de buena gana). La nueva se llama: El Chema y apunta a ser una serie de tv que se desprende de otra serie basada en la también jocosa e interminable: El Señor de los Cielos (versión Fashion) con la que, de ninguna manera, está de acuerdo la familia de Amado Carrillo.

El que compró, compró.

pepenavar60@gmail.com

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