Hoy podría ser un día histórico para el futbol mexicano, cuando los Tigres visiten al River Palte en el Monumental de Buenos Aires al celebrase la final de la Copa Libertadores.

Igual sería cuestión de preguntarse qué tanto representa Tigres al balompié azteca, toda vez que en el partido de ida los dirigidos por el brasileño Ricardo ‘Tuca’ Ferretti saltaron a la cancha del ‘Volcán’ con siete futbolistas no nacidos en México, mientras que los argentinos lo hicieron con solamente tres extranjeros, curiosamente todos ellos uruguayos. Sin mencionar que en una de esas, hoy los felinos meten a ocho foráneos.

Para mi gusto el planteamiento ratonero del ‘Tuca’ en el juego de ida les dio la ventaja a las ‘Gallinas’, quienes dicho sea de paso, ya se sienten campeones. Me hubiera gustado un juego más agresivo, que diera por resultado un marcador más holgado para el partido decisivo. Un cero a cero con sabor a derrota, hace que el panorama luzca borrascoso para la oncena mexicana en virtud de que, en están instancias, ya no cuenta el gol de visitante.

La leyenda urbana asegura que en el prestigiado torneo intercontinental, los silbantes suelen cargarse en favor de los equipos del cono sur, en detrimento de los nuestros. Sin embargo, si los Tigres quieren regresar a la Sultana del Norte llevando la copa, tienen que superarlo todo: un ambiente hostil, a un rival “canchero”, el viaje, el cambio de horario, el arbitraje y hasta el planteamiento defensivo de Ferretti, quien seguramente y fiel a su costumbre “no saldrá a ganar, sino, a no perder”, con la esperanza de que con una jugada fortuita, algún yerro defensivo o una genialidad de sus atacantes, logre alzarse con la victoria.

El árbitro del encuentro será el uruguayo Darío Ubriaco, carismático personaje considerado actualmente como el mejor de su país. Debe su popularidad a su desparpajada forma de dirigir y a que en su juventud fue futbolista profesional en la segunda división uruguaya; jugaba como zaguero, defendiendo los colores del Central Español.

Ubriaco era candidato para arbitrar en la Copa América, pero resulta que no pasó las pruebas físicas, siendo sustituido por su compatriota Andrés Cunha. Lo “raro” fue que así, sin cumplir las exigencias de FIFA, lo pusieron a pitar el clásico (Nacional vs. Peñarol) y ahora (aunque dicen que ya las pasó) la final de la Libertadores. En todas partes... se cuecen habas.

ebrizio@hotmail.com

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