Estrategia en Línea

Es indudable que los programas de televisión y los eventos internacionales han apostado por replicar los contenidos y posicionarse en la denominada “segunda pantalla” a través de los medios sociales, por lo que Miss Universo 2015 no fue la excepción.

Días antes de la coronación, el pasado 6 de diciembre, la candidata de Rusia, Vladislava Evtushenko, y la de Austria, Amina Dagi, causaron controversia por una fotografía que publicaron en sus cuentas de Instagram donde salían dándose un beso en la boca. La cuenta oficial de Facebook del certamen Miss Universo compartió la imagen, acción que causó revuelo en las redes sociales.

Los seguidores de dicha cuenta cuestionaron si la fotografía se trataba de una acción a favor de la inclusión de las parejas de mismo sexo, si era alguna costumbre de sus países o simplemente era una broma.

Otro suceso que marcó este certamen fue la suspensión de Destiny Vélez, Miss Puerto Rico 2015, por sus comentarios en redes contra los musulmanes: “Los musulmanes no han hecho nada por Estados Unidos, sino que todo lo que han hecho es proveer de petróleo y aterrorizar este país y muchos otros”, publicó Vélez, según expusieron medios internacionales.

Pero quien despertó la polémica en redes sociales fue Steve Harvey, probablemente uno de los hombres más aborrecidos por los colombianos por haber hecho pasar un incómodo momento a la Miss Colombia, Ariadna Gutiérrez.

La reina colombiana tuvo que soportar un proceso sin antecedentes. En menos de cuatro minutos pasó de ser reina a virreina en Miss Universo. Por lo que en cuestión de segundos las redes sociales pasaron de mensajes de alegría por la que sería la tercera corona universal para Colombia, a mensajes de rechazo por la equivocación del presentador del certamen.

La final de Miss Universo 2015 ha sido catalogada como uno de los errores más graves en una transmisión de televisión en vivo después de que el presentador del concurso, Steve Harvey, nombrara a Miss Colombia como Miss Universo 2015 cuando en realidad la ganadora era Miss Filipinas. Fue necesario mostrar la tarjeta “original” a través de los medios sociales para tratar de minimizar las críticas, y los mensajes del propio presentador explicando el error recibieron mayor alcance de lo que se había comentado acerca del certamen.

Por el momento toda la responsabilidad ha recaído en el presentador, sin embargo, hay “conspiracionistas” que especulan que se trata de un gran plan para atraer más audiencia y darle visibilidad al proceso electoral americano y al precandidato republicano Donald Trump. “Hay algo más allá del simple error de un presentador”, es un mensaje recurrente.

Diversos periodistas del mundo del espectáculo y expertos en el tema, explican que la organización del evento sufrió lastres por dejar atrás el legado de Donald Trump y debían idear algo para que la competencia tuviera la suficiente repercusión. El propio Donald Trump retuiteó un comentario “Donde está @RealDonaldTrump cuando se le necesita”.

Para poner lo anterior en perspectiva, cabe destacar que ni siquiera en Estados Unidos el evento transmitido en vivo fue tendencia en redes sociales hasta que ocurre el incidente final. Hasta ese momento, el tema de conversación en redes era un partido de futbol americano. Después del incidente, #MissUniverse2015 ha sido tendencia mundial superando los 5 millones de menciones y continúan las menciones hasta el día de ayer.

Más allá de teorías conspirativas y la fuerte controversia después de lo sucedido, lo que sí se puede afirmar es que un objetivo fue logrado: el concurso como pocas veces tuvo una repercusión mundial y Donald Trump, sin haber estado, se volvió protagonista nuevamente.

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