A raíz de la columna del martes pasado (“Guerra de Aeroméxico a pilotos”), recibimos una carta por parte de un empleado medio que solicitó no hacer público su nombre, en cuyo marco se desgranan calificativos despectivos para los hombres al timón de las naves.

La retahíla no los baja de malditos, caprichudos, abusivos, berrinchudos, parásitos, insensibles… colocándose la etiqueta de traidores a quienes los solapan.

“Quiero aclararte, de manera muy tajante, que los pilotos viven una situación salarial muy buena y beneficiosa, dada la situación de la empresa.

“Antes de haber escrito lo que escribiste, te debiste haber puesto a pensar en la diferencia entre los 14 mil empleados que tiene Grupo Aeroméxico versus los pilotos.

“Seguramente no tienes idea de cuánto gana un empleado, pero te lo esclarezco. Un analista en el corporativo de Reforma en un área clave como Estrategia de Ingresos Internacionales gana entre 12 y 16 mil pesos mensuales brutos, que con los descuentos de ley y otras deducciones quedan en cinco mil pesos netos a la quincena.

“Le siguen en el escalafón coordinadores que perciben entre 18 y 22 mil pesos, luego jefes de área con sueldos de 25 a 30 mil; más allá los gerentes con 38 a 50 mil. Después los subdirectores, entre 60 y 80 mil”.

En la nómina están directores y directivos estratégicos para llegar al director general, Andrés Conesa, en cuyo caso el remitido desconoce cuánto ganan.

“Ahora te voy a decir cuánto percibe un piloto del contrato B que acaba de empezar, que trabaja menos horas y que es forrado de dinero y de viáticos. Empieza obteniendo 40 mil pesos netos volando aviones pequeños, adquiriendo la experiencia mínima necesaria para trabajar en el corporativo.

“Los malditos pilotos se tiran al piso diciendo que ganan poco y que la empresa los trata mal, pero no es cierto, ganan mucho para el trabajo que hacen. Su sueldo equivale al de subdirectores que llevan 10 años en la empresa, aunque no sean una décima de responsables y dedicados que éstos”.

De acuerdo al redactor anónimo, la empresa no sólo ha sido afectada por el tipo de cambio y el precio del petróleo, “sino por las ridículas exigencias y represalias de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores”. A ésta se le califica de roja y abusiva, señalando que solapa a borrachos o a quienes llegan a aterrizar en un aeropuerto equivocado, como sucedió en Monterrey.

“Los empleados de confianza están sumamente mal pagados gracias al enorme pasivo laboral que representan unos cuantos privilegiados llamados pilotos del ASPA (sic).

“No hay negociaciones salariales para nosotros; los bonos son una burla, las prestaciones son limitadas, todo para que los ingresos de la empresa pueden satisfacer a unos cuantos caprichosos, abusivos, berrinchudos, insensibles con la situación de sus compañeros.

“Yo sí estoy haciendo una guerra personal contra esos malditos parásitos, y mi meta es que todos en la empresa tengamos el mismo sentimiento de odio, repulsión y apatía.

“Deberían trabajar un mes como nosotros para ver si siguen queriendo renegociar su contrato B”. Y el clímax: “Estaría dispuesto a que quebrara Aeroméxico para poner en su lugar a esos malditos”.

Hace unos días el presidente Enrique Peña Nieto aludía al mal humor social.

Balance general. Sin brújula aún en la ruta del ferrocarril rápido México-Toluca, al no haber acuerdo con los vecinos de zonas afectadas, lo que mantiene en impasse las obras; sin seguridad aún de la solidez de los terrenos para la construcción del nuevo aeropuerto, lo que concentra las tareas en la parte subterránea, la industria de la construcción camina a un nuevo cuesta abajo en su rodada.

De acuerdo con el Inegi, el valor de construcción se redujo 1.99% en abril respecto a marzo pasado, lo que representa la peor caída desde marzo de 2014.

Ese año, como usted recordará, la actividad se constriñó no solo por falta de contratos públicos sino por una larga mora en el pago de facturas oficiales.

Con los recortes de este año se canceló la construcción de media docena de carreteras y libramientos, en tanto la construcción de vivienda solo tiene auge en la Ciudad de México.

La contracción alcanza a cuatro de los seis componentes de la rama: En el caso de petróleo y petroquímicos el retroceso es de 18.41; en agua, riego y saneamiento, de 2.25; en obras de edificios de 2.18, y en transporte y urbanización de 1.91.

Nuevo líder. Quién logró finalmente la presidencia del Consejo Nacional Agropecuario fue el expresidente de la Confederación Nacional de Productores de Papa (Conpapa), Bosco De la Vega Valladolid, pese a las zancadillas que le colocaron en un intento de boicot oficial.

El dirigente en sustitución de Benjamín Grayev obtuvo más de 82% de los votos de la membresía.

De la Vega convocó a su rival, Vicente Gómez Cobo, a integrarse al equipo bajo el común denominador de pugnar por una mayor competitividad del país en la producción agropecuaria.

La animadversión contra el productor de Sinaloa nació por la defensa vertical que realizó frente a un escenario en que el gobierno había permitido canjear la posibilidad de ingresar al Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica por la apertura total a la papa Made in USA, al margen, incluso, de las leyes fitosanitarias.

El relevo se realizará en diciembre.

Desigualdad en serie. En el fortalecimiento de sus raíces, el Fondo de Cultura Económica está lanzando una nueva colección de volúmenes con temas cuyo epicentro es la desigualdad.

El tema se hace exhaustivo en una feria en que participan las principales editoriales del país, en la librería “Rosario Castellanos” de la colonia Condesa.

Uno de los volúmenes escrito por Anthony B. Atkinson, cuyo título es Desigualdad, ¿qué podemos hacer?, plantea una serie de propuestas audaces, por ejemplo, que el gobierno ofrezca, mediante bonos de ahorro nacional, una tasa de interés real positiva, aunque cerrando la alternativa a una inversión máxima por persona”, además de la implantación de impuestos, a las herencias y la propiedad; a las transferencias de riqueza y un mínimo adicional para las corporaciones.

El autor habla de la exigencia de renovar la seguridad social, elevando el nivel de subsidios y extendiendo su cobertura, además de fijar una política nacional de remuneraciones consistente en dos elementos: salario mínimo equitativo con un nivel digno y un código de prácticas para remuneraciones por encima del mínimo.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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