EN LOS ÚLTIMOS meses los distintos organismos del sector privado han empujado en más de un foro lo relativo a una nueva cultura empresarial.

Se trata de construir al interior de las empresas un cambio para trabajar con una visión de largo plazo que permita aprovechar las oportunidades regionales a través del impulso a la innovación y la investigación aplicada que derive en patentes.

En ese esfuerzo se coloca con una posición protagónica a las pequeñas y medianas empresas, que son el grueso de nuestra planta productiva, para generar cadenas de valor en sectores muy identificados y propiciar más inversiones y empleos, que tanto se requieren.

Juan Pablo Castañón, presidente de COPARMEX, es un ferviente impulsor de esta renovada visión que difunde activamente en sus recorridos por el país.

De hecho los miembros del CCE que comanda Gerardo Gutiérrez Candiani han planteado al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto esta tesis durante los comités de productividad, puesto que el mayor impulso a las empresas requiere también de políticas públicas que caminen en la misma dirección.

Igual en coordinación con los estados -para aprovechar vocaciones regionales y generar productos de mayor valor agregado-, es obligado el propiciar una mayor desregulación y más financiamiento de la banca de desarrollo, o sea NAFIN de Jacques Rogozinski, BANCOMEXT a cargo de Enrique de la Madrid o BANOBRAS de Abraham Zamora.

La IP ya ha platicado este esfuerzo con la SHCP de Luis Videgaray y ECONOMIA de Ildefonso Guajardo, máxime que en 2016 se tendrá limitación de recursos públicos y que el sector privado será nodal para evitar que se trastoquen por completo los ambiciosos proyectos de infraestructura que se tenían antes de la baja del petróleo.

Obviamente se requeriría de un paquete de incentivos fiscales, para que junto con el crédito y esta visión estratégica se reúnan las condiciones para caminar más aprisa.

Se conoce que los miembros del CCE no han quitado el dedo del renglón con Hacienda para tratar de enmendar algunos temas relacionados con la propuesta fiscal que se implementa desde 2014 y que vaya que ha lastimado.

Entre los aspectos que están en la mesa está el de regresar a una deducibilidad inmediata de las inversiones, situación que ha mermado la liquidez de las empresas.

Se buscaría además el regreso de las deducciones a las prestaciones sociales y las pensiones, junto con reducir la carga fiscal al ahorro, que impacta inclusive a cuentas con rendimientos negativos.

Para los profesionistas independientes igual se requieren aumentar los montos de sus deducciones, puesto que es otro segmento muy afectado por las reglas impositivas vigentes.

El propio Videgaray ya conoce de estas formulaciones que más a detalle analizan Miguel Messchmaher subsecretario de Ingresos y Osvaldo Antonio Santín jefe de asesores del secretario.

Además el CCE buscaría clarificar los criterios que hoy se utilizan para contratar a través de terceros por parte de las empresas, o sea lo que se conoce como outsourcing, fórmula en la que falta suficiente certeza jurídica más allá de que la última reforma laboral la consideró.

El planteamiento es certificar a éstas firmas especializadas en outsourcing para que a su vez los usuarios puedan deducir el IVA que se paga.

En este tema además de lo fiscal, también hay elementos de juicio que corresponde evaluar a ECONOMIA y por supuesto a la STPS de Alfonso Navarrete Prida.

Así que habrá que ver el éxito de estos planteamientos orientados a generar mejores condiciones para la planta productiva en el marco de un 2016 que no necesariamente será fácil.

QUEDA CLARO QUE Economía que comanda Ildefonso Guajardo tendrá que hilar delgado frente a la enorme presión del rubro acerero que busca se impongan aranceles para proteger su mercado. La industria automotriz vía la AMIA que comanda Eduardo Solís ya levantó la mano frente a los riesgos de incurrir en las prácticas proteccionistas de antaño. Su competitividad podría verse afectada y con ello sus planes para producir hasta 5 millones de autos en 2020. En ese contexto fíjese que también hay riesgos para la reforma energética. Considere que la CFE de Enrique Ochoa tiene planeados 24 proyectos entre los cuales hay 8 de transporte de gas natural vía ductos. Estos se añaden a los 11 que ya están en construcción. De encarecerse el acero, la factibilidad de estos proyectos podría quedar en entredicho. Vale ponderar que cada kilómetro de ductos requiere de 350 toneladas de acero, esto en función del grosor de la tubería. En general el acero es el 40% del costo de cada gasoducto y sin el gas natural difícilmente podrán disminuirse los precios de la energía eléctrica para que México sea más competitivo. Así que hay mucho en juego más allá de la campaña de AHMSA de Alonso Ancira, DeAcero de Raúl Gutiérrez, ArcelorMittal que dirige Víctor Cairo y Tubacero que lleva Teodoro González.

EN EL CONTEXTO de las recientes presiones que ya se visualizan para eventualmente aumentar más la carga impositiva al refresco, la asociación de ese rubro (ANPRAC) que preside Gilberto Maldonado y que dirige Jorge Terrazas acaba de concluir una revaluación del impacto que ha tenido el IEPS para reducir el consumo de esas bebidas. Se habla de apenas un 2.5% y de una disminución del contenido calórico per cápita diario de 6.2 calorías (1.6 gramos de azúcar) de una dieta de 3,024 calorías diarias, o sea apenas un 0.21%. Ahora bien si se considera el consumo dentro de los hogares que es un 30% del universo, ya que el otro 70% se realiza en la calle, la baja es del 5.3%, pero en los hogares de nivel socioeconómico cae a sólo 1.6%. Y es que ese segmento reasignó su gasto para mantener su preferencia por esa bebida que es un 10.9% de su gasto total. Al elevarse el precio su erogación creció 11.8%. De hecho de los 17 mil millones de pesos que SHCP de Luis Videgaray recaudó por ese IEPS en 2014, 64% provino de los clientes con poder compra más bajo y 38% de los que están en situación de pobreza, o sea 6 mil 500 millones de pesos.

SERÁ A FIN de año cuando el IFT que comanda Gabriel Contreras publique las prebases para licitar las 123 frecuencias de TV que quedaron pendientes en la subasta realizada este año. En enero del 2010 vendrían las bases definitivas y entre abril y mayo habría que presentar las ofertas. Es casi seguro que ya no sea una cadena nacional, sino varias regionales. Esto por la falta de apetito que se detectó y por el interés de algunos grupos en el norte, occidente y sureste para adquirir paquetes más acotados, a los que incluso podrían sumarse otras estaciones adicionales que estarían disponibles.

aguilaralberto@prodigy.net.mx

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses