Donde los viejitos van a bailar... y a ligar

Texto: Paulina Salgado, Ruth Gómez
Fotos antiguas: Colección Carlos Villasana-Torres
Fotos actuales: Paola Juárez y Paulina Salgado

Ángeles García, mejor conocida como Doña Angelita, usa tacones para bailar danzón, los combina con una falda debajo de la rodilla y una blusa con estampado de flores. Tiene 93 años y no usa bastón, tampoco tiene una pareja fija para bailar, pero eso no la detiene para ir cada sábado a la plaza de la Ciudadela. No se pierde ninguna pieza. Angelita goza de buena salud y, con gran optimismo, presume a EL UNIVERSAL que pronto cumplirá 94.

En la Ciudadela encontramos el jardín con la estatua del generalísimo José María Morelos y Pavón, en cuya base se indica que data de mayo de 1912, la cual recibe a los visitantes de la emblemática Biblioteca México rodeada de cañones y, por diferentes circunstancias, también de indigentes. A su vez, la rodea el Mercado de Artesanías de la Ciudad de México -que acaba de cumplir 50 años- y cruzando la calle Enrico Martínez, está la actual Plaza Morelos, donde baila Doña Angelita.

En la actualidad, la pequeña explanada es uno de los lugares más representativos de la Ciudad de México para bailar danzón y otros géneros, se ha convertido en un espacio de convivencia para pasar el rato y mover el cuerpo, sin importar la edad que tengas.

El pasado 29 de enero, este espacio cumplió veinte años de ser utilizada como pista de baile y, para celebrarlo, sus bailarines llevaron a tres danzoneras y diversos conjuntos para realizar exhibiciones dancísticas. En estos eventos todos aprovechan para presumir sus mejores galas e incluso, llegan a mandar a hacer vestuarios especiales.

Si alguna persona tiene interés en aprender a bailar este género, sólo debe asistir todos los sábados de 10 de la mañana a 6 de la tarde y preguntar por uno de los 15 maestros ubicados en las esquinas del sitio. Todos están dispuestos a enseñar, la cadencia para dominar éste ritmo suave, tranquilo y muy elegante.

El maestro Javier Eleuterio Wong Castro, quien lleva 10 años dando clases en la explanada, dice para EL UNIVERSAL: “Aquí todos bailamos por diversión, para olvidarnos de nuestros problemas, he visto señoras que a sus 75 años han encontrado pareja, el baile nos ha sacado de la depresión senil en la que a veces nos sumergimos, pero cada sábado se nos olvida y el danzón nos brinda nuestro segundo aire”.

A ritmo de danzón el maestro Wong nos enseña el paso de “La Cucaracha” y “El Columpio”, entre otros básicos de esta disciplina, contento nos explica que el danzón es una combinación de pasos de origen inglés, francés, haitiano y cubano, pero fue en Veracruz y Yucatán donde adquirió un cariz especial como la flor en el cabello de las mujeres y el abanico.

Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas, también nos platica que no han recibido el apoyo suficiente de las autoridades delegacionales, pues se ha hecho caso omiso a sus constantes solicitudes de asistencia médica, carpas para evitar insolaciones o para corregir los baches del asfalto. Además, dice, se han presentado quejas vecinales por exceso de ruido y, por supuesto, consumo de bebidas alcohólicas en la plaza.

“Necesitamos la ayuda de nuestros gobernantes, ya que varios, debido a la edad, se han infartado, se han desmayado, o padecen de la presión, no estaría de más que hubiera asistencia médica”, dice Wong.  Sin embargo, el interés prevalece entre ellos y personas de todas las edades, esperan sábado a sábado el momento para bailar pegaditos y disfrutar del danzón al aire libre.

La Ciudadela es una de las plazas más multifacéticas que ha tenido la Ciudad de México, pasó de ser fábrica de cigarros a cuartel militar, de prisión de Morelos a Biblioteca de  México a la que se le sumó en años recientes el Centro de la Imagen. Es un espacio muy querido por su historia y por sus emblemáticas clases de danzón.

En la imagen, vemos en primer plano a los asistentes a esta plaza un fin de semana bailando, al fondo la Biblioteca México.

 
Una imagen de Angelita presumiéndonos sus pasos de baile a los 93 años.

* Fuente: INEA, Gobierno de la Ciudad de México y Javier Eleuterio Wong Castro, maestro de baile.