La cuarta revolución industrial

¿Qué hemos visto en los últimos años? Desaparición de marcas que nunca hubiéra-mos pensado, en tanto aparición de otras nuevas que resultan imparables. La tecnología de la información ha revolucionado los productos, la competencia, industrias, empresas. Microprocesadores, sensores, almacenamiento de datos, "software", ¿ciencia ficción? No, sólo productos inteligentes conectados, "el Internet de las cosas", una verdadera revolución industrial.

La digitalización de sistemas de producción ha trastocado los límites de las industrias, ha redefinido las relaciones con socios tradicionales y canales de distribución, de cómo la información es almacenada y administrada, en una palabra las empresas están expuestas a nuevas oportunidades, pero también amenazas.

El internet, es un mero mecanismo de transmisión de información, lo que hace diferente a estos productos conectados, no es la red, sino la naturaleza cambiante de las cosas, ya que ahora las máquinas se comunican entre sí. Se estima que en el 2020, más de 50 mil millones de cosas estarán interconectadas.

Así, la producción y la conectividad, ha provocado la aparición de fábricas inteligentes: servicios y productos adaptados a los clientes, “a la medida”, en cualquier lugar del mundo. Un celular puede hacer el ejemplo perfecto. Hoy en día con éste almacenamos datos, nos da el clima, nos toca alarmas para despertar, podemos editar fotografías o videos que podemos compartir en cualquier punto del orbe, nos guía por la ruta más corta, de menor tráfico, y nos alerta de accidentes y al final podemos “hacer llamadas”.

Hoy existen empresas de taxis, que no poseen carros; medicina que cada vez será más personalizada y diagnósticos sin necesidad de ir al laboratorio; diseños, que gracias a impresión 3D, producen en cuestión de horas prototipos, moldes, férulas y después robots empaquetan el producto y llega a casa a través de compras en línea. Así se tiene al alcance, espejos inteligentes, drones, realidad aumentada, inteligencia artificial, y pronto transporte autónomo, que hacen que los procesos productivos ya no requieran grandes inversiones en inventarios, almacenes, e incluso capital humano.

De hecho, los números son escalofriantes, los robots anularán más de cinco millones de empleos en los próximos cinco años, de acuerdo al estudio “The Future of Jobs Report”, basado en encuestas a altos ejecutivos de 371 compañías de 15 países, discutido en días pasados en el “World Economic Forum”.

Las grandes empresas ensambladoras con miles de empleados y múltiples vendedores del sector minorista, serán cosa del pasado. Así, ocupaciones tradicionales como el empleado de mostrador, el agente de seguros, el vendedor de libros, los repartidores, los choferes de carros tenderán a disminuir o eventualmente a desaparecer, para dar paso a los técnicos que instalen, mantengan y reparen robots e impresoras 3D y especialistas que hagan minería de datos. Los arquitectos, ingenieros, matemáticos, informáticos, y, en general, la mayoría de profesiones relacionadas con las nuevas capacidades digitales tendrán también gran demanda.

Asimismo, dentro de las habilidades clave más demandadas en el futuro, estará la creatividad. Con esta pléyade de tecnologías y aparatos inteligentes, los trabajadores tendrán que ser más creativos para beneficiarse y buscar beneficiar a la sociedad de los avances. Además de saber negociar, a medida que las máquinas usen grandes cantidades de datos para la toma de decisiones. Empero saber escuchar y la inteligencia emocional serán habilidades ineludibles, en entornos altamente competitivos y disruptivos.

Sin duda el internet de las cosas, transforma a pasos agigantados la manera como trabajamos, de cómo vivimos, de cómo nos relacionamos. ¿Gran amenaza? Sin duda, pero también grandes oportunidades y beneficios, si podemos capitalizar el menor desperdicio, ahorros en energía, menor número de errores y mayor productividad y generar diversos empleos que surgen de esta realidad y si podemos adaptar los sistemas educativos con egresados innovadores más humanizados.

Directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac en la Universidad Anáhuac,
México Norte

E-mail: idea@anahuac.mx