Sin alfombra roja

No van a tener alfombra roja evidente en DVD o Blu Ray, para que no hagan coraje las Majors pero, eso sí, saldrán mucho antes de lo que marca la ley de la oferta y la demanda este mismo año. Me refiero a Black Mass, la nueva película de Scott Cooper, el mismo de Corazón rebelde y Out of Furnace. Se trata de un drama criminal mafioso que ocurre en el Boston de la década de los 70, con un Johnny Deep en el papel de James Whitey Bulger, un delincuente que es obligado a trabajar de informante para el FBI, que quiere su colaboración para matar a un hampón de la mafia italiana. Como ninguna otra cinta similar, esta aplica el precepto de nadie sabe para quién trabaja, para volver de culto a Whitey como a Deep.

El tema del narcotráfico tan socorrido en México, donde el público no especializado se conforma con series tan chafas y disparejas como El Señor de los Cielos, que avergonzaría de vivir, al mismísimo Amado Carrillo, da un curioso giro cinematográfico con la película Sicario, protagonizada por Benicio del Toro. Emily Blunt y Josh Brolin, bajo la dirección de Denis Villeneuve. Un thriller de drogas, turbio y de buena mala leche, donde una joven agente del FBI, vende su idealismo al ser reclutada por una fuerza gubernamental de elite para entrar a la ley de la selva. Puede ser el equivalente de conducir un auto a más de 200, sin llevar puesto el cinturón de seguridad y con rocas en el camino. Tiene credenciales de participación en Cannes, en la sección oficial.

Otra mirada desacralizadora a Steve Jobs es la que propone el experimentado documentalista incendiario, Alex Gibney que, en más de una ocasión, ha echado gasolina al fuego en apasionantes trabajos fílmicos como el de Hunter S. Thompson (Gonzo), las prácticas de tortura en Afganistán, Irak y Guantánamo, practicadas por el gobierno estadounidense (Taxi al Lado Oscuro), o la mayor violación que ha sufrido Estados Unidos a manos de Julian Assange y WikiLeaks (Robamos Secretos: La Historia de WikiLeaks). Man in the Machine
repasa como ningún otro documental, la vida, milagros y hazañas del creador del iPod y sus derivados, con todas sus contradicciones y desvíos intelectuales.

El tema de la cinta La Conspiración del Silencio (sobre el encubrimiento de algunas instituciones y miembros del gobierno alemán sobre crímenes de guerra nazis) no es nuevo. Su puesta en imágenes sí. Se trata de una película de Giulio Ricciarelli que rechaza el maniqueísmo y sin ser propiamente un thriller, sino una especie de enseñanza didáctica criminal, se convierte en un vertiginoso filme de denuncia, blindado para cualquier corrupción emergente que trate de defender un pasado manchado de infamia tendiente a ocultar crímenes de guerra.

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