Tan rentable que es el cine español de género, y tan poca difusión en las pantallas grandes que se le da aquí. Por eso, con la única opción, gracias al DVD y a lo que sacan debajo de la mesa algunos programadores alternativos, que tienen olfato educado para las películas que se pueden volver una sorpresa, es que podemos ver mucho del cine periférico que se hace en España y casi ir al día; de otra manera sería casi imposible.

Y como cuando menos se espera salta la libre: Zat Meni, una compañía pequeña y periférica con un catálogo que ya quisiera cualquier major, tiene en la calle un par de buenos y recomendables thrillers: Toro (2016), de Kike Maíllo, que narra el encuentro gansteril de dos hermanos que han caído en desgracia: después de cinco años, para salvar el pellejo porque deben algunas, se tienen que unir (uno cargando una hija) y reconciliar viejos rencores (con otro invitado inesperado), si es que quieren comer al otro día. Parecería que no hay nada nuevo pero, una nueva lectura al contexto y el descubrimiento de otras posibilidades en un estilizado universo visual, hacen la película muy atractiva. Mario Casas y Luis Tosar son los Toro, y José Sacristán es el bonus en esta espiral con buena violencia.

El Desconocido (2015) de Dani de la Torre, es un corrosivo thriller de acción con una buena premisa de arranque: ¿Qué puede hacer un ejecutivo bancario cuando, al iniciar su día de trabajo recibe una llamada de origen desconocido que le advierte que en su auto hay, bajo el asiento, una bomba? El plan con maña estipula una buena cantidad que debe pagar, si es que quiere salir en una pieza. El montaje es palpitante y la angustia, es mejor. El reparto incluye al mismo Luis Tosar (de Toro), Javier Gutiérrez
y Goya Toledo. La cinta estuvo nominada a los premios Feroz y Platino, aparte de levantarse con dos Goyas (Sonido y Montaje).

Que Dios nos perdone (2016), de Rodrigo Sorogoyen cuenta la historia de dos inspectores que en un Madrid, violento, caluroso, caótico e impredecible, ha sido tomado por lo que parece ser un serial-killer. Alfaro (Roberto Álamo) y Velarde (Antonio de la Torre) deben encontrarlo lo más rápido posible, antes de que aparezca otro cadáver. Esa búsqueda desesperada los llevará a preguntarse si son o se parecen al asesino en este potentísimo policial que quema y deja cicatriz. Los Bucs del Barrio Bravo, prometen Alfombra Negra a la brevedad.

Acantilado (2016), de Ángel Illarramandi, es otro estreno con credenciales de thiller, sectas suicidas y secuestros que arranca en las Islas Canarias, a donde va a dar un policía que quiere ser fiscal porque su hermana aparece en la lista de asesinadas, pero el cadáver no aparece. Ahí conocerá a una amiga de su hermana que parece que sabe demasiado, lo que hace que el relato se ramifique en otras peligrosas direcciones. Ha como son buenos los españoles para el thiller.

pepenavar60@gmail.com

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