Hace 17 años Heather Donahue, Michael Williams y Joshuea Leonard, jugando a hacer cine e independiente se adentraron cámara en mano en un bosque de Maryland para encontrarse con la leyenda de la bruja del lugar, de apellido Blair. Nadie más volvió a saber del trío a no ser porque luego de un año se encontró la cámara con parte del testimonio fílmico de cómo se los cargó la voladora, en lo que nadie en un principio creyó porque, a fin de cuentas, se trataba de un mockumentary: falso documental.

La cinta que le sacó gas letal a muchos tuvo su recompensa: Cannes, Sitges y hasta obtuvo una vergonzosa distinción en los premios Razzie (las famosas como vergonzantes Frambuesas Doradas, que nadie quisiera tener como trofeo cinematográfico). Con guión y dirección de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, más cámara temblorosa de azucarador de churros, la pareja logró conectar con los espectadores varios ganchos al hígado del miedo, recaudando poco más de 20 millones de dólares, tan sólo en Estados Unidos con una simple y efectiva fórmula: golpes directos de la cámara a la cara, consiguiendo efectos sumamente bien logrados para un filme de terror de bajísimo presupuesto.

Ese mismo año, la televisión reclamó su tajada con una historia de los mismos directores filmada en 45 minutos, donde se relataban los posteriores eventos luego de la película. Nuevamente en tono de falso documental, se mostraban entrevistas con gente cercana al bosque de Blair, estudiantes y parientes relacionados con la desaparición de los muchachos. Haxan Films y el Sci-Fi Channel, se llevaron también una buena carretada de dinero con La maldición de la bruja de Blair, presentada para tv en forma de hiperrealismo extremo.
Los fundamentalistas del horror, coincidieron que la historia acababa complementado a la exitosa película, y viceversa.

La secuela (Blair Witch), que para muchos se tardó demasiado, ha llegado este año de la mano de Adam Wingard, el (i)responsable director de V/H/S y V/H/S 2, El ABC de la Muerte, Una horrible forma de morir y otras más del género. El dinero lo ha puesto Lionsgate que, ya se sabe, no mete dinero bueno al malo y la historia es de un video subido a Internet de algo que ha ocurrido
en el tenebroso bosque de Black Hills. Un tipo que lo ve piensa que su hermana puede ser parte del casting en donde la bruja de Blair no está sola sino muy mal acompañada.

Fans recalcitrantes del horror han manifestado que los prestigiados críticos cinematográficos Carlos Bonvil y Nelson Guarro, que siempre asisten disfrazados al Festival Macabro, para que nadie los relacione con sus tendencias cinematográficas exquisitas de origen francés, ya vieron la película, y que les gustó mucho, pero lamentablemente no van a escribir de ella, porque su credibilidad en el cine de autor (Godard, Bertrand Blier, Visconti, Tavernier, Chano Urueta, Damián Acosta…) quedaría por los suelos.

pepenavar60@gmail.com

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