Isaac Asimov (1920-1992) 

dejó un legado de novelas de ciencia ficción y en la divulgación científica . Fue un escritor ruso y profesor ruso de bioquímica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston.

En sus libros, donde destacan Fundación (151); Yo, Robot ( 1950); El hombre bicentenario (1976); Los propios dioses (1972); La última pregunta y El fin de la eternidad (1955), entre otros, nos relata sobre una sociedad del futuro y escenarios imaginarios que son ya un clásico del género de ciencia ficción.

Sin embargo, Asimov también escribió sobre un futuro a corto plazo; y justo antes de empezar 1984 redactó un texto en el diario canadiense en el que realizó una predicción de cómo estaría el mundo en 2019.

En su aniversario de natalicio , celebrado hoy 2 de enero, recordamos este texto donde el escritor visualiza el futuro del mundo, destaca tres aspectos: guerra nuclear, la informatización y el uso del espacio exterior.

De acuerdo al texto, la amenaza de una guerra nuclear entre Rusia y Estados Unidos estaba presente, pero afirmaba que “de producirse, no tendría sentido discutir qué ocurrirá en 2019”.

En otra parte del texto, Asimov hace una referencia con la informatización, donde enfatiza sobre el avance de la tecnología, en específico de las computadoras, ya que, si son esenciales para el gobierno, ahora las personas van a trabajar con ellas desde el hogar.

En ora parte destaca el uso del teléfono y los robots, los cuales establecerán un rol importante dentro del hogar. Aquí hace un aviso a la generalización de las computadoras y que si no se pone un alto a la creación de éstas, seguirán produciéndose en grandes cantidades sin poner un límite.

Otro dato que se meciona en el texto es sobre la relevancia de la educación, que debería también dar un salto importante para adaptarse para hacer que toda la población tuviera "conocimientos de informática".

Curiosamente, apuntaba a que "un buen profesor de escuela no inspirará curiosidad mejor de lo que un estudiante con interés pueda satisfacerla en casa y en la consola de su ordenador", y además afirmaba que los estudiantes y todas las personas tendrían la oportunidad de aprender todo lo que quisieran "en el momento que quieran, a su propio ritmo y a su manera".

Sociedad del futuro

Asimov se refirió a la complejidad de la sociedad y "hará que sea imposible prescindir de ellos, excepto cortejando el caos" es aquí donde especula que los gobernantes clamaran por informatización como claman por las armas y esto a su vez se verá afectado los hábitos de trabajo.

La tecnología como nuevo empleo

Con respecto a los empleos, creía que no se iban a eliminar empleos, sino todo lo contrario, realizarían empleos con respecto a la tecnología y también habría nuevos puestos. Los únicos trabajos que llegarían a desaparecer son los rutinarios de oficina y los que son simples y repetitivos, "lo suficientemente estúpidos como para destruir las mentes finamente equilibradas de aquellos seres lo suficientemente desafortunados como para haber sido forzados a pasar años haciéndolos. Para ganarse la vida, pero lo suficientemente complicado como para descansar por encima de la capacidad de cualquier máquina que no sea una computadora ni una computadora".

Solo se mantendrían los nuevos trabajos que se encuentran los de la creación, mantenimiento de robots y ordenadores que los manejen. Es así que además de las nuevas fichas de trabajo se deberá de trabajar en el cambio de la educación para que sean "informadas en computación", del cual la población deberá enseñar a cómo trabajar con un mundo de "alta tecnología" .

Las consecuencias del medio ambiente es otro tema que buscó explicar para el 2019, de la cual habrá una "irresponsabilidad humana en términos de desperdicio y contaminación que se harán más evidentes e insoportables". Las cooperaciones entre países serán para generar conciencia y pensó Asimov, que para el 2019 "puede ser que las naciones se lleven lo suficientemente bien como para permitir que el planeta viva bajo la débil apariencia de un gobierno mundial mediante la cooperación, aunque nadie pueda admitir su existencia".

Asimov f

ue especialmente optimista con nuestra conquista del espacio, y de hecho en cierta forma no erraba al decir que "para 2019, el primer asentamiento espacial debería estar planificándose, y tal vez esté en construcción".

akc

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