La manera en cómo abordamos la sexualidad, cómo hablamos de ella y la nombramos muestra el nivel de desarrollo, de apertura y tolerancia de una sociedad, asegura el médico patólogo y ensayista mexicano Francisco González Crussí, a propósito de su libro Las folías del sexo. Ideas y creencias sobre el sistema genital (Debate, 2021), un ensayo que ahonda en los mitos, las creencias y las folías —definidas por el escritor como “locura y canto, chifladura y baile”— alrededor del sexo.

Siempre a partir de una rica investigación en la ciencia médica y con historias marcadas por la cultura popular y las “bellas letras” y otras artes, el doctor González Crussí (Ciudad de México, 1936), considerado por la crítica uno de los mejores escritores actuales, habla de la fecundidad, la virginidad, la falocracia, los senos femeninos y los tabúes y prejuicios de las sociedades en torno al sistema genital.

En entrevista, el patólogo y escritor radicado en Chicago, autor de más de 200 artículos originales publicados en revistas médicas y que ha escrito varios libros como Notas de un anatomista y El rostro y el alma, asegura que “el tabú en el caso de las mujeres se ha usado mucho para reprimirlas”.

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¿La forma en cómo vivimos la sexualidad, la ejercemos y la nombramos muestra el nivel de desarrollo, de apertura y tolerancia de una sociedad?

Pienso yo que sí, pienso que una cultura más abierta al mundo, más ecuánime, que ha visto más cosas, aprecia la sexualidad con otros ojos, muy distintos a una sociedad en la que impera todavía la mojigatería y el prejuicio. Ese es un tema que me interesaba abordar en el libro, en espacial cuando hablo de ese famoso incidente de la Janet Jackson donde por “accidente”, que parece que fue diestramente preparado, expuso un seno en la televisión nacional y provocó un escándalo en Estados Unidos.

¿Un hecho que para otras culturas podría ser diferente, es decir, depende de la sociedad y el contexto?

Sí, por ejemplo en la televisión francesa hay un programa que no es para niños, pero los niños asisten y en algún momento son los niños los que hacen la presentación, pues en ese programa las bailarinas que vemos tras bambalinas están todas con los senos al aire, con los senos descubiertos; o sea, es evidente que la cultura francesa no es igual que la cultura norteamericana, no quiero decir que una sea mejor que la otra ni mucho menos, simplemente que el contexto es diferente y la sexualidad se ve de diferente manera según los diferentes contextos culturales.

¿Las sociedades intolerantes también se ven en la diferencia con la que asumen la sexualidad de hombres y mujeres?

"El tabú sexual se ha usado para reprimir a las mujeres": Francisco González Crussí
"El tabú sexual se ha usado para reprimir a las mujeres": Francisco González Crussí

¿Ha pesado sobre las mujeres el tabú en la vida cotidiana, pero la vista desde el arte es distinta?

El arte siempre ha sido más abierto y tolerante. Si lo vemos en la literatura, ha habido algunos autores que han salido a la defensa de las mujeres y a veces quienes menos esperaba uno. En el libro cuento que un autor tan controvertido como el famoso Giacomo Casanova, del cual tenemos una especie de caricatura, de estereotipo del seductor que dicen no sé cuantísimas mujeres, en algunas páginas de sus escritos sale en defensa de las mujeres, sale como un verdadero feminista, un feminista avant la lettre.

¿En la cultura popular priva el humor para abordar el tema de la sexualidad?

Depende de factores como el contexto cultural donde está el escritor, de la época, hay épocas que han sido mucho más tolerantes y otras que han sido más represoras, el contexto cultural es muy importante. Yo creo que este libro hace 50 años, cuando yo era joven, en México hubiera tal vez desencadenado la ira de la Liga de la Decencia o algo así porque tiene anécdotas chuscas y un poco osadas para ese contexto cultural que había en México hace 50 años.

¿Las cosas han cambiado?

Yo creo que no es así ahora, pero quizá en alguna parte remota los prejuicios siguen imperantes y hace que uno escriba de otra manera; yo he querido conjuntar las dos cosas: la parte puramente biológica y puramente técnica con el humorismo; por ejemplo, hablo del órgano copulatorio masculino, el pene, con un rigor científico extremo, pero también echando mano del humor y de pasajes de la literatura divertidos, siempre lo hago en mis libros; presentar el conocimiento a secas resulta tremendamente aburrido, y presentar la parte jocosa no es suficiente informativa, así que trató de unir las dos.

"Creo que el tabú ha sido para los dos bandos, pero en el caso de la mujer se ha usado como arma de sojuzgamiento, de discriminación, de represión y de supresión”

¿Alrededor de la sexualidad y el sistema genital hay toda una serie de creencias y de mitos?

Los órganos sexuales son parte del cuerpo y siempre he pensado que cada órgano no se limita a la parte técnica y médica de la estructura y la fisiología, sino que viene envuelto en una serie de fábulas, mitos, creencias y anécdotas; en particular, los órganos sexuales tienen un mundo muy rico, una verdadera nube que los cubre de alusiones, de mitología, de simbología y también de una parte chusca, porque por supuesto es más fácil, más explotable el humorismo en relación con los órganos sexuales que en relación con el hígado o la médula espinal.

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¿Persiste la idea de que somos mitad racional y mitad sexual indomable?

Esa visión es antiquísima, los filósofos griegos hablan de que los órganos masculinos y femeninos eran como una bestia dentro del cuerpo; decían que el útero era un animal dentro del animal, eso está registrado en los textos que dejaron Platón y otros filósofos griegos. Tan es así que se pensaba que el útero de la mujer era una bestia que se podía desplazar y muchos síntomas que después se llamaron histeria y convulsiones, se debían a que el animal, el útero, había dejado su localización en la pelvis y andaba vagando por todo el organismo, comprimiendo el estómago y provocando dolores y vómitos, subiendo al corazón y provocándole palpitaciones, algunos llegaron a decir que subía hasta la cabeza. A nosotros nos parece absurdo, pero grandes pensadores admitieron la movilidad del útero. El útero será, por cierto, tema de otro libro mío que saldrá en el verano, en inglés.

Existe una especie de división entre lo que antes le decían el alma, o más comúnmente se dice la mente, y el cuerpo; o sea, parece que ya esa dualidad está superada, pero no lo está, sigue habiendo una división entre lo que es la vida mental, espiritual y lo que es el cuerpo; y desgraciadamente a veces se reprime el cuerpo, sobre todo; estamos en ese dilema existencial “¿somos seres espirituales, como ángeles, o somos bestiales, como los animales?”.

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Vida y obra


Nació en la CDMX en 1936  

Estudió medicina en la UNAM y patología en EU  

Fue jefe de patología pediátrica en el Childrens Memorial Hospital, y profesor emérito de patología pediátrica en la Northwestern University Medical School  

Ha escrito y colaborado en más de 200 artículos en revistas médicas.    

Ha publicado 11 libros en inglés y seis en español. Destacan "Notas de un anatomista" y "El rostro y el alma".  

Ha traducido del francés a Paul Valéry.