Más Información
SRE reitera llamado a mexicanos en Líbano a dejar país; Sheinbaum indicó que Cancillería está en contacto con connacionales
Expriista Alejandra del Moral va a Cancillería con Juan Ramón de la Fuente; será directora de la Amexcid
Morena presenta reforma retroactiva; propone quitar facultad a la Corte de controvertir reformas constitucionales
Claudia Sheinbaum aborda vuelo comercial para su primera gira por el país; usará aviones de Fuerza Área cuando sea necesario, dice
La programación del 31 Festival Internacional de Teatro Universitario (FITU) de Teatro UNAM tiene como objetivo “tejer y contar ciertas historias”, en palabras de Jaqueline Ramírez, coordinadora del festival.
“Nuestra base son los y las jóvenes, las nuevas generaciones de creadores y creadoras. El festival se ha planteado como una ventana, una plataforma para ellos. Las obras en competencia son un gran abanico de las narrativas que les importa abordar en estos momentos”.
Es diversa la forma en la que están escritas las piezas que se presentan hasta el 14 de septiembre en el Centro Cultural Universitario (CCU) de la UNAM —el invitado internacional, que inauguró la presente edición, es Nueva Zelanda—: desde textos clásicos hasta dramaturgias propias, explica la coordinadora, teniendo como factor común las problemáticas sociales de un mundo caótico. “Uno de los grandes temas es la reconfiguración de las relaciones estructurales ligadas al género. La forma en la que el patriarcado nos ha impuesto ciertos cánones de comportamiento”, dice Ramírez y destaca la presencia del colectivo de Valparaíso LASTESIS, que presentará el performance Canciones para cocinar el 13 de septiembre, a las 20 horas, y el día 14, a las 12 y 17 horas, en el Auditorio del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).
“Otro tema fundamental es la forma en que la migración afecta a las personas. La semana pasada tuvimos una pieza sobre la guerra y los conflictos en India”, continúa y detalla que, esta semana, se presentará Mañana es otro país, de Teatro Real Flamenco de Bruselas y Fundación Teatro a Mil de Santiago de Chile, una de las más importantes de América Latina. La dirige el belga Michael De Cock y su performer es la chilena María José Parga: “¿Qué es para un niño o una niña dejar su hogar y cómo se reconfigura esa relación? Lo que queremos es ir tejiendo y escuchar constantemente a los jóvenes, así vamos creando narrativas en función a nuestros ejes: encuentro, cuidado, colectividad, desafío y territorio. Las obras valen mucho porque son la voz de una nueva generación de creadores”, concluye.