Tras cuatro años de la reforma energética se han generado importantes avances en diferentes áreas del sector, como en el mercado de combustibles; sin embargo, aún quedan varios pendientes en su implementación.

En enero del presente año inició un importante cambio en el país, con respecto a las gasolinas y el diesel, un proceso que ha transitado del control absoluto del Estado, con una sola marca de gasolina, la de Pemex; un precio único a nivel nacional; limitaciones en el suministro; poca infraestructura y; una escasa oferta de servicios en las gasolineras, a la apertura del mercado.

Hoy el panorama ha comenzado a cambiar.

Nuevas marcas.

La reforma energética abrió la competencia a la venta de combustibles, lo que ha generado la participación de nuevas marcas que buscan la captación del público anteriormente dominado por Pemex y que contemplan agresivas estrategias de expansión, debido al gran potencial de consolidación que tiene este mercado.

Contamos con alrededor de 11 mil 700 gasolineras. El número per cápita de éstas es inferior al de otros países, si consideramos que en México existe una estación por cada 10 mil 514 habitantes comparado con 5 mil 158 de Brasil o 2 mil 677 de Estados Unidos, según ha señalado la Comisión Reguladora de Energía (CRE); lo cual provoca que las ventas en volumen de combustibles sean mayores en un 30% que, por ejemplo, las de nuestro vecino del Norte.

Aunado a esto, el 60% de las gasolineras en nuestro país pertenecen a un sólo dueño o a grupos pequeños y sólo el 14% del mercado está concentrado en consorcios que tienen más de 60 estaciones como Oxxo-Femsa, Petromax, Corpogas, Hidrosina, entre otros.

Cerca de 23% del mercado de combustibles ya ha sido captado por las nuevas marcas. Algunas internacionales como BP, Shell, Total, Gulf y Arco y, otras mexicanas como LaGas, Hidrosina, Eco y OxxoGas. También a través de la conformación de nuevos modelos de oferta de servicio de suministro como las asociadas a Costco o a grupos de gasolineros como Rendichicas o El Rey.

Liberalización del mercado de gasolina y diesel.

De diciembre de 2016 a la fecha, los precios de las gasolinas y el diesel se han incrementado aproximadamente en un 20% en conjunto.

La Magna tiene un incremento de 19.3%, la Premium de 24.2% y el diesel de 19.6%.

La razón es que los precios dependen de factores como el tipo de cambio el cual se ha visto debilitado frente al dólar, el precio internacional del petróleo que ha presentado una tendencia al alza y los costos de logística, que se mantienen altos debido a la falta de infraestructura.

En marzo de este año, dio inicio la liberalización de los precios de las gasolinas y el diesel, lo que significa que dejarán de ser administrados por el gobierno federal y serán determinados por el mercado.

Para enero de 2018 los precios deberán estar totalmente liberalizados en todo el país.

Suministro e infraestructura.

En estas condiciones, la entrada de nuevas marcas y participantes en el mercado, nos llevan a pensar que al incrementarse la competencia, los precios de las gasolinas y el diesel bajarán, y que la calidad de combustibles y el servicio en gasolineras mejorará.

Sin embargo, los beneficios de la competencia tardarán en materializarse. Una de las limitantes del proceso es la restringida infraestructura de transporte, puertos y almacenamiento para suministrar producto importado, ante la caída en la producción de las refinerías en México.

Actualmente se importa cerca de 60% de la demanda de gasolinas y 50% de la de diesel.

Los grupos de gasolineros y distribuidores aún no cuentan con alternativas suficientes de bajo costo para ofrecer mejores precios y productos; hoy importan diesel de Estados Unidos por ferrocarril o camiones en volúmenes pequeños.

En la medida que se logre una expansión de la red de poliductos y puertos, y se dé acceso generalizado a la red existente de Pemex, se reducirá el costo de suministro y se podrán ofrecer mejores precios y productos; lo que detonará un mayor grado de competencia. Se considera que esto tardará al menos dos años más.

Mientras tanto observaremos que la diferenciación principalmente en gasolineras radicará en ofrecer aditivos que protegen los motores de los automóviles, garantizar litros de a litro, crear plataformas tecnológicas que mejoren el servicio de sus usuarios, mejorar instalaciones de sus tiendas de conveniencia y/o en la reputación y posicionamiento de sus marcas.

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Socio de HCX y Socio Organizador de Energy México

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