El francés sabía muy bien que aunque tenga mucho crédito abierto no podía darse el lujo de dejar más puntos en el camino: venía de sólo ocho puntos logrados de 15 que había en juego. Zidane (con un ojo en la visita al peligroso Dortmund el próximo martes por la Champions), ya había decidido que dejaría afuera a Luka Modric (¡esas mentadas rotaciones!), y que no tenía disponibles por bajas a Mateo Kovacic y a Toni Kroos.

Entre los delanteros que no hacen goles y una defensa que se ha visto algo temblorosa, el medio campo merengue se había transformado en el motor de su equipo: y aquí es donde entra la admirable firmeza de las ideas del Míster.

Hace tiempo que era un secreto a voces en España que había un joven en el Mallorca que pintaba para figura. Un fenómeno decían que era. El Barcelona y el Atlético Madrid lo dejaron pasar, y Florentino Pérez (con ese afán de españolizar al equipo), se metió y le ofreció el oro y el moro (incluso empujando a Alemania a esa máquina del marketing que se llama James Rodríguez).

En cuanto Dani Ceballos fue declarado Jugador del Torneo del Sub-21 de la UEFA, el presidente se movió rápidamente y se lo llevó al Santiago Bernabéu.

Para el partido de ayer ante un Alavés que se había quedado sin técnico en la semana, Zidane ya tenía decidido que el joven de 21 años que venía del Real Betis, Dani Ceballos, sería titular. No importaba la posición en la tabla ni la urgencia de los siete puntos de diferencia con el Barça. Zidane se aferraba a sus planes y convicciones: puso al chico junto a Casemiro e Isco en el medio. Y Ceballos le devolvió con creces la confianza: figura indiscutible del partido y además… dos goles que valen tres puntos. Además, Dani completó el 92 por ciento de sus pases.

Una actuación superlativa. Por sólo 16 millones de euros, Florentino y Zidane encontraron un reemplazante para Modric y Kroos. Flor de negocio.

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