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¿Qué tiene que ver una posible asistencia de Rafael Márquez al Mundial de Rusia con la situación jurídica que vive en este momento?
La respuesta es simple y contundente: nada.
El único requisito para que Rafa esté en el Mundial es que Juan Carlos Osorio lo convoque, sólo eso.
A Decio de María Serrano, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, le preguntaron si la presencia de Márquez dependía de la eliminación de su nombre en la lista del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a lo que respondió: “Sí, es una de las condiciones”. Sin embargo, pregunté con especialistas si existía algún impedimento jurídico y todos coinciden en que no, y que nada tiene que ver un tema con el otro.
El de patrocinadores y “manejos de imagen” es harina de otro costal, pero Rafa podría ser considerado por Osorio sin ningún problema jurídico.
Y hablando de dineros provenientes de publicidad, ojalá tengamos más empresas dispuestas a invertir en el futbol femenil, y claro que lo digo a raíz de la conquista de la Sub-20, pero no es la primera vez que señalo este asunto.
Han hecho demasiado con muy poco. No digo nada, pero no existe comparación en lo que han alcanzado con lo que han recibido a cambio.
Derrotar a Estados Unidos no es un asunto menor. Un equipo con más alcances de estructura, economía, planeación y proyección.
En Estados Unidos, las jugadoras pueden vivir para y del futbol. En México no deja de ser amor absoluto al juego, sin dejar de reconocer los apoyos federativos y de los propios equipos, pero aún hay un mundo de distancia entre la realidad del futbol femenil de México y de Estados Unidos.
Qué bueno que se festeje y se consigne, pero la real celebración llegará el día que exista un soporte económico sólido para hacer del futbol femenil una forma de vida y no hobbie.