Fracaso consumado, ridículo mundial, sombría participación y de regreso a casa; humillados, vapuleados y aplastados en Polonia. Nadie se salva, es un desastre a escalas mayores que debe tener consecuencias. Lo que pasó en el Mundial Sub-20 es una vergüenza. Malas decisiones de todo tipo son el resultado de la funesta actuación del seleccionado mexicano.

Pésimo diseño del equipo ¿por qué no fueron convocados jugadores del Atlas, campeón de la categoría Sub-20? ¿de dónde sacó el técnico que los futbolistas de Xolos eran las mejores elecciones? Asqueroso nepotismo que no ayuda en nada, solo obstaculiza. No resultó el entrenador adecuado para guiar a un grupo de muchachos en plena formación futbolística. Es un golpe muy duro para los jóvenes. Seguirán adelante los que tengan un carácter fuerte, los otros se hundirán irremediablemente.

Consecuencias fatales arroja el nulo interés de los directivos: la Selección no era prioridad, demeritaron la Copa del Mundo , no les importó; prefirieron el torneo de Liga ¡qué manera de echarle a perder un momento único a los chamacos! Se les hizo fácil no prestar jugadores o hicieron el favor de mandarlos horas antes del primer partido. Son parte medular de la debacle polaca.

Tropezaron también los jugadores. No estuvieron al nivel del torneo y se encontraron con un equipo sin dirección, sin rumbo. J osé Juan Macías y Diego Lainez , los más mediáticos y experimentados de este combinado, pasaron de noche. Polonia le abrió la puerta al escándalo mexicano. Basta de errores que aniquilan y generan hartazgo.

@elmagazo

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