El país está enardecido, convulsionado. Grupos radicales, algunos de ellos afines a Morena, han vandalizado gasolinerías y saqueado supermercados en las zonas Centro y Bajío del país, donde el desabasto de combustible es más agudo.

El líder opositor Andrés Manuel López Obrador acusó al presidente José Antonio Meade de ser el causante de todas estas “expresiones genuinas de rechazo de la sociedad” por haber lanzado una estrategia contra el robo de combustible como “cortina de humo” para esconder malas decisiones en Pemex que dejaron sin gasolina al país en un momento en que la demanda crece más de lo normal por las vacaciones de fin de año.

Desde un pozo petrolero en su natal Tabasco, López Obrador exclamó a sus miles de seguidores, ahí reunidos: “nos quieren tomar el pelo, pero el pueblo es sabio y se da cuenta que el gobierno no supo manejar la crisis que el mismo creó. Nos tenemos que venir a enterar por un periódico extranjero, el Wall Street Journal, que el gobierno dejó de comprar gasolina al extranjero, que hay buques varados en Tuxpan, costando millones todos los días, que no pueden descargar la gasolina porque Meade y sus secuaces dizque muy expertos no sabían que si cierran los ductos, tampoco pueden descargar los barcos”.

En el acto público fustigó que el presidente Meade no haya calculado las consecuencias de lanzar una estrategia contra los peligrosos criminales dedicados al huachicol: “Pateó el avispero y ahora todos estamos sufriendo las consecuencias”.

Vitoreado por sus seguidores, levantó la voz: “Ah, pero eso sí, no pierden oportunidad para hacer negocio: ya mandaron al extranjero a tres secretarios de Estado a comprar 571 pipas. ¡Imagínense! ¡Tres secretarios de Estado a comprar pipas! Eso es turismo a costa del erario, es derroche”. Y denunció que además esta compra se realizará por adjudicación directa, sin licitación. “Ya ni la burla perdonan”, remató.

Las acusaciones del principal dirigente opositor tuvieron acuse de recibo. Tras una reunión con empresarios gasolineros, el presidente Meade declaró: “No queremos dar una fecha de cuándo se va a normalizar el abasto de combustibles porque nuestros adversarios van a decir que llegamos a la fecha y no hemos cumplido”. Este cálculo político desató la ira de los morenistas en las redes sociales.

El debate se trasladó pronto a la escena electoral. A López Obrador le pareció “muy sospechoso que hay desabasto en toda la región, menos en Puebla, donde vamos a tener elecciones. Qué curioso, si Puebla es el estado más huachicolero de México. A ver, ¿cómo le hicieron? Esas cosas no pasan por casualidad. No nos chupamos el dedo”, soltó el ex candidato presidencial.

SACIAMORBOS. Sin insana imaginación: el del huachicol en grandes empresas, así como el de Odebrecht, es un expediente que dejó muy avanzado el ex procurador Cervantes cuando renunció a la PGR. Hay que recordar que su gestión fue aclamada incluso por muchos en Morena, empezando por la dirigente nacional Yeidckol Polevnsky. A ver si eso motiva al nuevo gobierno a concluir y en su caso consignar, o de plano echar el polvo bajo la alfombra.

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