Los abuelos en Italia, una historia similar a la de México

Cuando se habla de la alta letalidad del coronavirus en Italia –hasta este miércoles se contaban siete mil 503 decesos, de los cuales 683 se produjeron este día, una cifra que en todo caso es inferior a la del martes--, las noticias refieren que la mayoría de los fallecidos son adultos mayores.

La pregunta de por qué hay tantos decesos de ancianos en ese país tiene que ver también, además de sus edades y de enfermedades asociadas, con una situación cultural, pues hay una relación muy diferente entre los adultos mayores de Italia con sus familias, en comparación con lo que sucede, por ejemplo, en Alemania, donde también hay una numerosa población de ancianos.

El médico colombiano Juan Eugenio Ochoa, quien reside en Milán y es investigador en el Instituto Auxológico Italiano y que realizó un doctorado en la Universidad de los Estudios de Milán en Hipertensión y Enfermedades Cardiovasculares, cuenta en entrevista telefónica desde Milán que el de Italia es un sistema muy similar al de los países latinoamericanos, donde los ancianos permanecen dentro de las familias casi hasta la muerte, y hacen parte activa de la familia e, incluso, apoyan a las parejas. En esos casos, entonces los contagios pueden ser más frecuentes.

“Una de las explicaciones sobre la letalidad, y no es que la dé yo, sino con base en los análisis que han hecho los principales centros de investigación, es que Italia tiene una población muy anciana; en parte se explica porque tienen una dieta muy sana –la dieta mediterránea se basa en granos secos, verduras, poca carne roja, aunque comen pasta--, pero a la vez hay una tasa de natalidad que es inferior a uno. Eso en términos estadísticos se traduce en una población que tiene una edad media muy alta”.

El doctor Ochoa abunda en que “Italia tiene un modelo muy similar al de los países latinoamericanos. Los ancianos permanecen dentro de las familias casi hasta la muerte; los abuelos hacen parte activa de la familia, las parejas no dejan a los niños con una empleada sino que los llevan con los abuelos; y a la vez los abuelos los llevan a la guardería, al colegio, están con ellos. En Alemania, en promedio, a los 23 años la mayoría de los jóvenes salen de sus casas; en Italia, hasta los 40 años, el 30, 35% de los jóvenes se encuentran dentro de las familias, y los fines de semana, por ejemplo, las familias se reúnen hay un contacto muy cercano, y en un caso como éste se favoreció el contagio”.

El doctor Juan Diego Ochoa enfatiza que el hecho de que la conformación de la familia nuclear en Italia incluya abuelos, hijos, nietos, facilita la trasmisión entre los miembros de la familia. “Es una hipótesis valida pero no la única razón. Hay que tener en cuenta también que los ancianos acumulan enfermedades, un anciano va teniendo no sólo la falla cardiaca o problemas respiratorios, sino hipertensión, diabetes, que lo hacen mucho más susceptible a un virus”.

Describe que el norte de Italia, en la región de Lombardía, cuya capital es Milán, fue la zona más afectada por el Coronavirus. Esta es además una zona que tiene una economía basada en los autos, el lujo, la moda, y donde los principales compradores de estos bienes son rusos, chinos, japoneses, asiáticos. “El norte de Italia, no solo tiene el turismo cultural en las ciudades más ricas en arte y patrimonio cultural, sino un turismo que inyecta dinero, porque compra moda y lujo”.

-¿Se puede decir que hay una población con mayor o menor inmunidad?

Ninguno está inmune al virus. Ninguna persona estaba inmune al virus antes de que apareciera. Otra cosa es la respuesta inmune al virus, cuando un virus entra al organismo genera una activación del sistema inmune que lo tiene que atacar y lo tiene que eliminar. Una influenza por ejemplo, es mucho más severa que el coronavirus, genera una inflamación tremenda, de hecho la situación más parecida a un cáncer terminal es la influenza, es tan estresante para el sistema inmune que es casi como una enfermedad terminal. El coronavirus no.

El doctor Ochoa también habló de teorías que se han planteado sobre el contagio del coronavirus con el aire: “Es un virus que al parecer no se trasmite por el aire como el sarampión o la varicela que quedan en el aire suspendidos. El coronavirus es un virus muy grande y muy pesado, y no logra flotar ni quedarse suspendido en el aire. Se trasmite principalmente a través de la saliva, cuando una persona tose o estornuda, o cuando un objeto queda contaminado por la saliva de alguien”.

El doctor Ochoa insiste en las recomendaciones de lavarse las manos, cambiarse la ropa al llegar a casa y de preferencia bañarse, y además agrega: “Con los ancianos, que son la población en riesgo, con las personas enfermas de pulmones, con inmunodeficiencia o con una neoplasia, yo aconsejo no visitarlos. Es duro pero, por estos meses, cuando está la epidemia en sus picos, no hay que visitarlos. Y si no es posible, se debe delimitar los espacios donde ellos estén, utilizar la mascarilla, no toserles cerca, separar los objetos de uso personal para no llevarles la infección; la persona que los cuide, por ejemplo, si va a mercar, debe usar mascarilla; tratar de no infectarse… Si yo no me infecto le evito al infección al otro que vive conmigo”.

Como muchos en Italia, el médico colombiano está a la expectativa de que este primer descenso en las cifras marque un cambio y el inicio de la disminución de esta grave epidemia que ha vivido Italia. “Esta semana es crucial para Italia, vamos a ver si fueron o no útiles las medidas que se implementaron hace 15 días”.

-¿Qué piensa del Sistemas de salud italiano, en comparación con el de los países latinoamericanos?

La investigación y el nivel de avance científico no necesariamente van a la par con la calidad del sistema de salud. Por ejemplo, en Estados Unidos son excelentes en investigación, pero en cuanto a salud es un sistema malísimo porque sólo tienen acceso a él las personas con capacidad de pago. Un país que no tiene salud universal y gratuita es un país que tiene una política que no funciona.

La salud italiana han querido privatizarla a lo largo de 50 años y la gente no lo ha permitido; es un sistema como el de varios países latinoamericanos; el problema es que un sistema que es gratuito y si el estado está mal y hay déficit económico eso se refleja en el sistema de salud. Hace dos años Italia cometió el error del número de camas en cuidados intensivos, y para atender estas emergencias el país se ha visto en mucha dificultad.

-¿Qué aprender de lo que hoy vive Italia?

De Italia hay que aprender a pensar de que pudieron tomado medidas mucho antes. Creo que si para Italia ha sido difícil, aunque es una potencia, para nuestros países puede ser muy difícil. No tenemos tantos recursos ni en salud ni en el sistema económico; no sobra exagerar en medidas de prevención para afrontar una situación de este tipo. Tenemos que movernos antes. Muchos dicen, es algo que se tiene que hacer progresivamente, pero no creo que eso sea algo que en nuestros países nos podamos permitir.