Científicos y expertos en bioética

reaccionaron con asombro, enojo y preocupación luego de que un investigador chino anunció que ayudó a crear a los primeras bebés del mundo editadas genéticamente.

He Jiankui

de la Universidad Sureña de Ciencia y Tecnología de China dijo que alteró el ADN de gemelas nacidas a principios de mes para intentar ayudarlas a resistir una infección futura del virus que causa el VIH, una meta dudosa tanto ética como científicamente.

Nadie más ha confirmado lo que He dice que hizo, y no ha sido publicado en una revista en la que los expertos puedan analizarlo.

La comunidad científica reaccionó a la afirmación con rapidez y dureza. 

Más de 100 científicos firmaron una petición pidiendo una mayor supervisión a los experimentos de edición genética. La universidad donde He labora indicó que contratará a expertos para investigar, afirmando que el trabajo “violó gravemente la ética académica y los estándares”.

Un vocero de He dijo que desde principios de año ha tenido permiso para no impartir clases, pero permanece en la facultad y tiene un laboratorio en la universidad. Las autoridades en Shenzhen, la ciudad donde se ubica el laboratorio de He, también iniciaron una investigación.

Y la Universidad Rice en Estados Unidos dijo que investigará la participación del profesor de física Michael Deem , quien dijo que trabajó con He en el proyecto en China. Este tipo de edición genética está prohibida en territorio estadounidense.

“Sin importar dónde se haya realizado, este trabajo según se le describe en los reportes de la prensa viola las normas de conducta científicas y es incongruente con las normas éticas de la comunidad científica y la Universidad Rice”, afirmó la institución en un comunicado.

La edición genética es una forma de reescribir el ADN , el código de la vida, para intentar proveer un gen faltante que se requiere o inutilizar uno que causa problemas. Apenas recientemente se ha probado en adultos para atender enfermedades graves.

Editar huevos, esperma o embriones es distinto, porque hace cambios permanentes que pueden pasar a las generaciones futuras. Se desconocen sus riesgos, y científicos destacados han pedido una suspensión en su uso, excepto en pruebas de laboratorio , hasta que se tenga más conocimiento.

Entre ellos están Feng Zhang y Jennifer Doudna, inventores de una poderosa y sencilla herramienta nueva llamada CRISPR-cas9 , la cual supuestamente fue utilizada en las bebés chinas durante los tratamientos de fertilidad cuando fueron concebidas.

“No sólo considero que esto es riesgoso, sino que también estoy muy preocupado por la falta de transparencia” alrededor del trabajo, dijo Zhang, científico en el Instituto Broad de MIT, en un comunicado. Los avances en medicina deben dialogarse

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