De acuerdo con información publicada por la Universidad Autónoma de México (UNAM), las mascarillas N95 Y KN95 no pueden lavarse, pero sí pueden desinfectarse utilizando luz ultravioleta a 254 nanómetros (UV-C, germicida). Y aunque lo más recomendable es que estos cubrebocas se usen y se desechen, la alta demanda de estos materiales ha forzado a las autoridades sanitarias a implementar ciertos métodos para poder reutilizar los cubrebocas .
Los expertos indican que para desinfectar este tipo de mascarillas es necesario usar luz ultravioleta, así como vapor de peróxido de hidrógen o o calor seco a 70 grados centígrados.
Iván Puente Lee, un académico de la Facultad de Química, explicó que estudios recientes han observado que la luz ultravioleta no daña las mascarillas, ya que aún después de 30 ciclos de esterilización , los tejidos de las mascarillas permanecían intactos. Por otro lado, el académico dijo que los cubrebocas N95 y KN95 no deben utilizarse por más de 40 horas y que deben ser esterilizados diariamente.
También lee:
El experto también mencionó otras recomendaciones. Aconsejó no usar agua , jabón , cloro o alcohol para limpiar este tipo de mascarillas, ya que todas estas sustancias pueden disminuir su eficacia. Aunque también señaló que su esterilización no es la mejor opción, pues “no basta con esterilizarlos, pues con el uso van acumulando partículas y aunque se esterilicen van a continuar fijas en los tejidos”.
Por otro lado, un estudio realizado por la Universidad de Stanford encontró que cuando se utiliza cloro o alcohol para limpiar este tipo de mascarillas, estas sustancias “modifican la carga estática de las microfibras de polipropileno, lo que hace que las mascarillas pierdan su eficacia protectora ”.
Otras instituciones también desaconsejan el uso de alcohol para desinfectar las mascarillas. Según la National Library of Medicine , ubicada en Estados Unidos, “el spray de alcohol daña el ajuste y el sellado de la máscara después de solo dos limpiezas. Por eso, los investigadores no recomiendan usarlo para las mascarillas N95. También instan a los trabajadores de la salud que descontaminan las mascarillas N95 a comprobar el ajuste y el sellado antes de cada uso nuevo”.
En el artículo académico titulado “ Métodos de desinfección y reutilización de mascarillas con filtro respirador durante la pandemia de SARS-CoV-2 ”, los científicos Matías Santos-López, Diego Jaque-Ulloa y Sebastián Serrano-Aliste indican que “el método ideal debe inactivar al patógeno , asegurar la integridad del filtro respirador , el ajuste de la mascarilla y la salud del personal que la utilizará. La descontaminación con peróxido de hidrógeno vaporizado, irradiación germicida ultravioleta e incubación con calor húmedo serían los métodos más eficaces. Se sugiere realizar más estudios que evalúen la eficacia de los métodos de descontaminación, y específicamente contra SARS-CoV-2, para generar protocolos que permitan la reutilización de las MFR N95 con completa seguridad para el personal de la salud ”.
Aunque los cubrebocas N95 y KN95 no pueden lavarse, los cubrebocas de tela sí se pueden lavar. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que se laven diariamente, utilizando jabón y cloro.
También lee:
Este tipo de mascarillas son consideradas de grado médico. Cuando la pandemia inició, la OMS y los gobiernos de varios países anunciaron que estas mascarillas no debían de ser utilizadas por la población en general y que debían reservarse para el personal de salud. Actualmente en México, estas mascarillas están disponibles para la mayoría de la población, aunque debes considerar varias cosas antes de adquirirlas:
• Están diseñadas para un solo uso. Tienen forma rectangular y tienen tres o cuatro capas.
• Deben certificarse de acuerdo a estándares internacionales o nacionales para garantizar que ofrezcan un rendimiento predecible cuando las utilizan personal de salud, de acuerdo al riesgo y tipo de procedimiento. La filtración, resistencia a respiración y a salpicaduras se atribuyen al tipo de tela y capas de materiales no tejidos.
• Se prueba su capacidad para bloquear las gotas y partículas.
• Al mismo tiempo que bloquean gotas y partículas, deben permitir que pase el aire, que el usuario pueda respirar, sobre todo al hablar o caminar rápido.
• Son dispositivos médicos regulados y categorizados como EPP . Si hay escasez, debe priorizarse su uso para el personal de salud y personas vulnerables.
gm/fjb