El fabricante de llantas Michelin invierte casi 600 millones de euros al año en desarrollar nuevas tecnologías y soluciones para diseñar las llantas del futuro.
Investiga desde neumáticos donde al menos 50% de los componentes son de origen biológico, llantas más ligeras para autos eléctricos, hasta una versión que no contiene aire y, por lo tanto, no se poncha.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Pierre Louis Dubourdeau, presidente de Michelin para América Central, destacó que la especialidad de la compañía son los compuestos flexibles, por lo que se desarrollan neumáticos con mejor desempeño, más sustentables, pero también más conectados.
“Siendo una empresa de 130 años, nos preguntamos, ¿cómo será la llanta en 2200? Y queremos que sea 100% reciclable y con materiales de origen biológico, ya que, como compañía, tenemos metas de cero carbono en 2050”, explicó.
Michelin creó la llanta radial, la cual contiene pedazos de metal que multiplican por 10 el tiempo de vida del neumático.
Uno de los proyectos más recientes es la llanta sin aire, de estructura flexible de plástico y metal a prueba de ponchaduras, pero más pesada. Esta llanta se está desarrollando junto con General Motors y será sólo para vehículos de menos de una tonelada, dijo Dubourdeau.
El sistema Uptis de la llanta sin aire se presentó en 2017 y desde 2019 se realizan pruebas con General Motors. En Michigan se probó en el Bolt eléctrico, pero aún no sale al mercado.
Dubourdeau considera que cuando estén listas esas llantas, “no hay ningún motivo por el cual no estarán disponibles en el mercado mexicano”.
De acuerdo con el directivo, el mercado de neumáticos ya está muy maduro y crece sólo 3% o 4% al año, por lo que se buscan otro tipo de soluciones y aplicaciones para que 30% de sus ingresos ya no dependan de la venta de llantas en 2030.
Hay segmentos como llantas para agricultura, las cuales tienen una demanda muy alta y en donde el fabricante ha desarrollado una tecnología que comprime bien el terreno.
Michelin no se ve afectada por la escasez de semiconductores a nivel mundial, pero sus clientes, las armadoras, sí están reduciendo su producción.
El pasado 28 de abril, Michelin inició la segunda fase de su planta más moderna, ubicada en León, Guanajuato, con inversión 400 millones de dólares.
En agosto de 2016, colocó la primera piedra de esa fábrica con inversión de 510 millones de dólares y en la primera fase produjo 5 millones de llantas. La ampliación generará 622 nuevos empleos, dijo Dubourdeau.