Si una persona quiere comprar un tamal y atole en la calle se lo venderán sin importar si trae o no el cubrebocas; sin embargo, si quiere adquirir alimentos en un restaurante o en un local de comida rápida se le exigirá el uso del barbijo, como mínimo, y si es en la Ciudad de México, hasta careta.

La nueva normalidad implica ajustes. Los restaurantes de comida rápida promueven el uso de apps para pedir el alimento por internet y pasar a recogerlo; en algunos casos se abrió otra ventanilla para su entrega, en la que hay una separación entre la fila donde se pide y donde se recoge; el menú está en código QR, como parte de las nuevos protocolos sanitarios.

Directores de cadenas de comida rápida, como Benedetti’s Pizza y Simplemente Deli, expusieron que cuando el cliente hace el pedido mediante la aplicación móvil, la meta es que no tarde ni cinco minutos en recogerla, o si se pide directamente en mostrador, la entrega se haga en un tiempo máximo de 10 minutos.

“La gente va a salir poco a poco, no se nos van a llenar los restaurantes”, si un comensal quiere comer en el restaurante se operará a 40% del cupo que había previo a la pandemia si es en lugar ventilado, y a 30% en los que no, dijo el director de Comunicación Corporativa división Caribe y División Norte de Latinoamérica de Arcos Dorados, Félix Ramírez.

Será común que en los mostradores se vean acrílicos para evitar el contacto del empleado con el comensal. Otra novedad es que se solicitará el alimento en un punto distinto a la entrega.

Además, cuando se llegue a un restaurante se pisarán tapetes sanitizantes; otro personal, llamado líder de experiencia, tomará temperatura, ofrecerá gel y verificará que entren sólo si traen cubrebocas, y si es en la capital del país se exigirá como elemento adicional la careta.

“Para el pago recomendamos que sea con tarjetas. Si es con efectivo se tiene que dejar en un área para que no se toquen con las manos”.

Mamma mia

Para la venta de pizzas también hay ajustes. Ahora no se podrá atender a más de dos clientes en el punto de venta. Se les tomará la temperatura, se aplicará gel y se pedirá el uso de cubrebocas. Habrá acrílicos en los mostradores para evitar contacto entre personal y comensales, dijo el director General de Benedetti’s Pizza, Carlos Maldonado.

Se quitaron los menús de mano, hay mamparas con códigos QR para leer el menú con celulares o pantallas electrónicas que lo muestran.

En los tiempos de atención se calculan tres minutos como máximo para capturar la orden y el cobro. Luego serán entre cinco a siete minutos para entregar la orden, de manera que “el estándar ideal es de ocho minutos desde que el cliente llega hasta que sale, pero pueden ser un máximo de 10 minutos”.

A los empleados se les dio un kit que consiste en careta, gel sanitizante y tres cubrebocas, uno para usar en el trayecto de la casa al trabajo, otro para su jornada laboral, y al salir se pondrán uno más.

Confinamiento, impulsor

El confinamiento promovió la comida para llevar, las ventas mediante aplicaciones y órdenes por teléfono. Además se hicieron menús más pequeños para que quienes pasan en auto por su orden lo hagan más rápido, expuso el director General de Simplemente Deli, Luis Ramos.

Dijo que cada estado tiene sus reglas de reapertura, pero en general los protocolos marcan uso de cubrebocas, caretas, guantes, lavado de manos frecuente, gel antibacterial, toma de temperatura, tapetes sanitizantes y menú en código QR.

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