Considerada indispensable para que una familia pueda satisfacer sus necesidades mínimas de consumo a partir de su ingreso, la canasta básica mexicana anotó su mayor de los últimos 21 años.

Los 84 bienes y servicios contemplados en la canasta se dispararon 10.3% en abril con respecto al mismo mes de 2020.

Reconocido por ser el cárnico predilecto de los hogares mexicanos, debido a la accesibilidad de su precio con relación a otros productos de origen animal, el pollo se encuentra entre los alimentos que más subieron, a pesar de que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) aseguró que empezaría a bajar a partir de abril.

El pollo se encareció desde finales de 2020 por la entrada del invierno y aumentó 22.8% en abril, siendo el sexto mes consecutivo con alzas a tasa de doble dígito. Por ejemplo, el precio promedio de la pechuga a granel pasó de 77.40 a 89.40 pesos por kilo en la Ciudad de México, un aumento de 12 pesos en el último año, de acuerdo con Inegi.

Algunos granos considerados como alimentos básicos de la alimentación y cultura mexicana, los cuales también muestran aumentos importantes, son el frijol y el arroz. El primero subió 13.9% y acumula una racha de 17 meses consecutivos con alzas de doble dígito, mientras que el segundo aumentó 13.7% y lleva 13 meses seguidos con subidas de la misma magnitud.

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Considerado el alimento principal de los mexicanos, las tortillas de maíz subieron 7.3% en abril, su mayor alza en casi cuatro años, desde septiembre de 2017.

Inflación de la canasta básica, con mayor tasa en 21 años
Inflación de la canasta básica, con mayor tasa en 21 años

Durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la inflación ha confirmado por qué es considerada el impuesto de los pobres.

Del 1 de diciembre de 2018 al 30 de abril de este año, es decir, en los primeros 29 meses de la administración actual, la inflación general acumulada ha sido de 9.7%.

Esa tasa es mayor que la del periodo similar en el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando el país sumó una inflación de 8.7% del 1 de diciembre de 2012 al 30 de abril de 2015, de acuerdo con el Inegi. Sin embargo, las familias con ingresos de hasta un salario mínimo, es decir, aquellas que perciben máximo 4 mil 250 pesos al mes, enfrentaron una inflación de 10.8% durante los últimos 29 meses.

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Los hogares que ganan entre uno y tres minisalarios, de 4 mil 251 a 12 mil 750 pesos, resintieron una subida de 10.6%.

La inflación se desaceleró a 10.0% para las familias que perciben entre tres y seis salarios mínimos, de 12 mil 751 a 25 mil 500 pesos.

Pero las menos desfavorecidas fueron aquellas con ingresos superiores a los 25 mil 500 pesos, ya que los precios de los bienes y servicios que consumen subieron 9.2%, menos que la tasa general de inflación.

En lo que va del gobierno actual, los alimentos se encarecieron 13.7%; la ropa, 5.4%; el uso de vivienda, 6.2%; los muebles y aparatos domésticos, 5.3%, y los medicamentos y servicios médicos, en 11.7%.

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Durante los primeros 29 meses de la administración peñista, estos productos y servicios subieron en menor magnitud: 11.5%, 4.4%, 5.6%, 1.2% y 10.4%, en ese orden.

El reciente informe de inflación aumenta las expectativas de que la próxima vez que el Banco de México (Banxico) decida mover su principal tasa de interés, será para subirla, tal como prevén CitiBanamex, Banorte, Scotiabank, así como otras ocho instituciones.