La Secretaría de Energía (Sener) revisará los permisos de importación de gasolinas y diesel otorgados desde el 1 de enero de 2016 y cancelará los que no hayan movido petrolíferos en los últimos 22 meses.

Además, planea atar nuevos permisos a compromisos por 20 años y no por uno solo, como se otorgaban, y que los solicitantes demuestren que son dueños o parte de infraestructura de centros de almacenamiento con base en volumen. Es decir, obliga a los futuros importadores a desembolsar o a asociarse con inversionistas que planean construir sistemas de almacenamiento de petrolíferos.

De acuerdo con la Dirección General de Petrolíferos de la Sener, al 31 de marzo de este año la dependencia entregó 4 mil 45 permisos de importación y exportación.

De ese total, 216 son de importación y se encuentran vigentes: 103 son de gasolina; 68, de diesel; 16, de turbosina y gasavión; 24, de gas LP, y cinco, de crudo.

De acuerdo con fuentes cercanas al sector, la decisión está encaminada a devolverle a Petróleos Mexicanos (Pemex) la preponderancia en las compras externas de combustibles automotores, porque, con la apertura a las importaciones, la iniciativa privada controla 20% y 36% de las compras de gasolina y diesel, respectivamente.

De esta forma, la petrolera podrá seguir siendo el principal distribuidor de gasolinas y diesel del país, tanto de producto nacional como de importación.

Gobierno pone lupa a importación de gasolinas
Gobierno pone lupa a importación de gasolinas

El 8 de agosto, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a los organismos reguladores del sector alinearse a su política energética, que consiste en fortalecer a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre las empresas privadas, así como detener permisos o concesiones a particulares en el ramo energético.

Empresarios de la industria cuestionaron la decisión de la Sener, pues “es una mala señal que manda el mensaje de que no habrá certeza jurídica para lo que ya se está haciendo ni para nuevos proyectos de importación y almacenamiento.

“¿Qué va a pasar con la infraestructura que se construyó?”, cuestionaron, pero solicitando el anonimato para evitar conflictos con las autoridades.

Advirtieron que el contrabando y el mercado negro de combustibles podrían repuntar: “El huachicoleo fiscal va a estar a todo lo que da”.

Actualmente, revelaron, el país recibe gasolina de contrabando por la frontera norte con precios de hasta 8 pesos por litro, volúmenes que se distribuyen a través de locales clandestinos en la franja fronteriza con Estados Unidos.

Además, obliga a las estaciones de servicio a recurrir a sólo dos fuentes de suministro: Pemex y firmas petroleras multinacionales con presencia en el país que traen su propio combustible desde el exterior, como Valero, ExxonMobil, Tesoro, Shell, Total, BP, o comercializadoras como Trafigura o Vitol.

En caso de que estas empresas vean señales de posible afectación a sus intereses, se recurrirá a gobiernos —como el estadounidense— para que intervengan en las decisiones que toma la Cuarta Transformación en materia energética.

ExxonMobil tiene dos permisos de importación por 232 mil 140 millones de litros, es decir, 464 mil 280 millones de litros de gasolinas regular y Premium, equivalente a 7 mil 686 días de importación nacional de combustibles estimados en 60.4 millones de litros diarios.

BP Estaciones y Servicios Energéticos tiene dos permisos: uno por 11 mil 921.5 millones de litros de gasolina regular y otro por 4 mil 352.3 millones de Premium, que suman 16 mil 273.8 millones de litros.

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