Producto de la y el proceso de vacunación, la recuperación del empleo avanzó en el segundo trimestre del año, pero sobre todo en el terreno de la informalidad y bajos sueldos, muestra la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, publicada por el Inegi.

Ocho de cada 10 nuevas generadas de abril a junio de 2021 fueron en el sector informal, puestos que se caracterizan porque carecen de prestaciones, sin acceso a servicios de salud y bajos salarios.

La baja remuneración es más acentuada con las mujeres, pues 14.4 millones de ellas ganan máximo dos salarios mínimos, es decir, dos de cada tres trabajadoras están en esa condición. En el caso de los hombres, que son 19.4 millones con ese ingreso, representan 37%.

Realidad laboral

La población ocupada en el país pasó de 53 millones personas en el primer trimestre del año a 55.2 millones en el segundo trimestre, lo que significó la generación de 2 millones 269 mil nuevos empleos, de los cuales un millón 854 mil fueron informales.

De esta forma, el número total de trabajadores empleados en este segmento de la economía llegó a 31 millones de personas, con lo que la tasa de informalidad laboral se ubicó en 56.2% de la población ocupada, cifra superior a la de 55.1% reportada en el trimestre anterior.

El empleo informal, o medición ampliada de informalidad, añade a la definición de empleo en el sector informal las siguientes categorías: la ocupación no protegida en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado no protegido de los hogares, así como trabajadores subordinados que, aunque laboran para unidades económicas formales, lo hacen en modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social.

Crece el empleo, pero informal y mal pagado
Crece el empleo, pero informal y mal pagado

Sueldos insuficientes

El creciente peso del empleo informal ha traído como consecuencia una mayor precarización del mercado laboral.

Los nuevos empleos generados de abril a junio que pagaron sueldos de uno hasta dos salarios mínimos sumaron 504.7 mil puestos (22%); mientras que los que cuentan con un ingreso de más de dos hasta tres salarios ascendieron a 322 plazas (14%), y los que ofrecen una percepción de más de tres y hasta cinco salarios llegó a 200 mil, que representaron 9% del total.

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Por lo que se refiere a los empleos creados en el periodo que ofrecieron los mejores sueldos, es decir, mayor a los cinco salarios mínimos, apenas sumaron 21.5 mil plazas, 0.9% del total. En contraste, destacan 250 mil nuevos puestos sin ingresos y que son trabajadores por cuenta propia dedicados a actividades agrícolas de subsistencia.

Expertos reconocen que el problema del mercado laboral mexicano no es sólo la necesidad de recuperar los empleos perdidos y crear los que se han dejado de generar durante la crisis económica provocada por la pandemia del Covid-19, también son necesarias nuevas plazas de calidad, que ofrezcan seguridad social y un ingreso suficiente para que los hogares cubran sus necesidades básicas.

Especialistas de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, iniciativa de más de 60 organizaciones civiles, opinan que se requieren de decisiones desde el ámbito gubernamental, pero también empresarial para mejorar el ingreso por el trabajo.

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