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La propuesta del gobierno de eliminar los órganos autónomos e independientes para que las secretarías de Estado realicen sus tareas “limitará su función a los deseos del gobierno”, advirtió el CEESP en su análisis semanal.
“Llevarlos a ser parte del gobierno, dada su actitud permisiva, sólo genera incertidumbre y malas prácticas”, destacó.
Añadió que es responsabilidad del gobierno fortalecer el ambiente de negocios y para ello es necesaria la existencia de órganos autónomos e independientes que generen las mejores condiciones de mercado.
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El argumento que aplica la administración actual para desaparecer esas instancias es que debe evitarse el “dispendio de recursos, la duplicidad de funciones y mejorar y modernizar la gestión pública”.
Ello afectará al IFT, a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el Instituto Nacional de Transparencia, los organismos reguladores del sector energético y el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación.
Para el CEESP, la propuesta afectará el clima de negocios y debilitará la actividad económica, además de que desaprovechará el atractivo de México para atraer inversiones vía el fenómeno de nearshoring.
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“La existencia de un ambiente de negocios poco atractivo en el que prevalezca la falta de transparencia, una regulación ineficiente, un sector de energía débil, un sector educativo deficiente, sin duda pueden ser causa de un aumento significativo de la incertidumbre, mayor cautela de la inversión, y un menor optimismo sobre la evolución de la actividad económica”, alertó.
El hecho de que México tenga una situación geográfica favorable debe complementarse con un entorno propicio para la inversión, por lo que la falta de infraestructura suficiente y moderna, así como también de una política energética eficiente, hacen que los inversionistas sean cautelosos al tomar decisiones, agregó.