(No se pierdan el y el de esta serie).

Hice mi primer intento por pintarme la axila de colores justo antes de la marcha contra las violencias machistas. Cuando estaba decidiendo el color, mi amiga (personaje recurrente en este blog) tuvo la gran revelación: tenían que ser COLOR JACARANDA. ¡Claro! Estábamos en el punto más instagrameable del año en la Ciudad de Méxio, cuando los árboles de jacarandas se llenan de flores, y además era EL COLOR OFICIAL DEL #24A. Listo.

Primero llamé al salón de belleza donde va todo mundo a pintarse el pelo de colores acá en la RomaCondesaGoooeeeeeei. Pero me dijeron que no ofrecían servicio en áreas que no fueran el pelo-normal-de-la-cabeza, porque es piel muy sensible y no quieren hacerse responsables. Buuuuh.

Entonces fui al Sally y le informé a la encargada que quería un peróxido para decolorarme la axila. No puso cara de fuchi ni nada, ¡al contrario! Me dio una cajita con un mejunje que, me aseguró, era muy amigable con la piel delicada, pero que sí me dejaría el pelo blanco y listo para agarrar pintura “de fantasía”. Ahí mismo compré un bote de tinte Manic Panic en tono Lie Locks, que en Google Images se veía así:

Wooooow. Qué chulada.

Mirelle me ayudó con el procedimiento, que fue muy sencillo. En dos decoloradas los pelos quedaron güeros y listos para “absorber” el pantone primaveral. Mientras me embarraba las axilas de sustancias químicas, me imaginaba así en la marcha:

<3

Sin embargo, a la hora de enjuagarme me di cuenta de que lo único que había agarrado color era mi piel, mientras que el pelo había quedado... gris.

¿Gris como el de la gente cool de Pinterest?

No. Gris feo y perdido entre la mancha morada de la axila, que parecía un moretón:

(Debería abrir Tinder y poner esa foto en el perfil, jiji).

Qué decepción.

Para el día de la marcha ya se me había desmanchado la piel, pero ni siquiera pude lucir la axila peluda porque los vellos estaban transparentes. Ash y más ash.

***

Pasaron los meses, mi axila volvió a la normalidad de pelo café, y yo me habitué a mostrarla en público sin mayor justificación. En mi trabajo ya saben y cuando llevo un vestido sin mangas pues no hacen tomas que involucren levantar el bracito; en la clase de alemán la chica más cool tampoco se rasura la axila y pues me informan que allá en Alemania es opcional quitarse el vello; en el hapi todo es felicidad y a nadie le importan los pelos de las demás. En la calle y en el transporte ya hasta se me olvida fijarme en las reacciones de la gente. Además ya no hace tanto calor, entonces no huelo feo (o ya me acostumbré).

Pero yo estaba muy ilusionada con mi axila de colores, así que decidí volver a intentarlo. Esta vez con un tono más fuerte: el Rockabilly Blue, también de Manic Panic.

Qué CHINGONERÍA de color, qué ganas de tirar todo por la borda y pintarme el pelo-de-la-cabeza así, uuuuuf. Y la cara y la ropa y los muebles y ser un pitufo. Pero mientras: la axila decorativa. A ver...

Primero, agarré una camiseta que no me importara. Elegí una de MI ODIADA SECUNDARIA, que compré hace unos meses en una venta de garage en Santa María la Ribera.

Qué risa que esté escrita y que diga “Cuenta tres años”. ¿Será una maldición?

Le corté las mangas y, como yo NO amo la Anexa, le hice una intervención.

“Uy, qué malota”.

Así empezó todo, con mis tres pelos “al natural”:

Ya sé, mi pelaje es una decepción, pero no crecieron más en todos estos meses.

Luego apliqué peróxido, que al principio arde pero luego no:

Después de dos vueltas, el pelo se volvió “invisible” y nomás me quedó una mancha roja por la piel irritada:

Entonces me embarré HARRRRRRTO tinte.

Panela, di hola.

Cené, oí el radio, estudié para mi examen de unregelmäßige Verben Partizip 2, leí (¡buenísimo!), me metí a peinar las rebajas de Inditex. Después de un par de horas, me bañé con la esperanza de que esta vez el pelito saliera de color, y no todo gris feo.

CHAN CHAN CHAAAAAAN.

Chale. Volvió a pasar: la piel toda manchada. A ver, ¿qué pas si la despintamos con toneladas de crema desmaquillante?

Grgrgrgr. Lo que se ve azul sigue siendo piel. El pelito aún no se define.

Después de más crema y tallar con alcohol:

Lo que temía. Pelo gris, piel azul-sobre-rosita-de-tanta-irritación.

Me rindo.

Conclusiones:

-Fracasé como feminazi. Mañana me van a quitar mi licencia. Ya sólo voy a poder escribir guías para conseguir marido, recomendar dietas y hacer reseñas sobre desodorantes “íntimos”. Intentaré cargar el garrafón pero se me va a romper una uña. Todo está perdido.

-Ya caché que la mayor parte de las fotos que aparecen cuando guguleas “” también tienen más piel que pelo pintado. Se ve bonito pero pues se cae al día siguiente.

(Jamás pensé que usaría este meme pero ahora quedó “como anillo al dedo”).

-Se necesita mucho más pelo para que esto tenga sentido. Mi pelusita no se deja pintar. Pero ya no me va a crecer más. Qué envidia el pelazo, por ejemplo, de esta chava:

https://www.youtube.com/embed/s0WzD238IzE

O el de Emer O’Toole, ¡tantas posibilidades!

-Ahora que me rasure la axila lo voy a hacer, por primera vez en mi vida, por elección (casi) propia. Porque sí, prefiero oler menos, y hay días que no puedo con tanto sudor. Al mismo tiempo, debo reconocer que uso menos prendas sin mangas, que en ciertos lugares cubro mi pelaje porque no me siento con la seguridad de que me valga pitodemancera, porque “qué va a decir la gente”. Y es espantoso. Es como intentar salir a un “evento” con una prenda que revele que tienes pancita. O desmaquillada a algo que no sea el Oxxo o el ejercicio. Qué oso el cliché que voy a decir, pero pues sí: qué pedo con el pánico que provoca mostrarte como eres, al natural: con pelito, con curvas, con el cutis “disparejo”, con el pelo despeluchado. Pero pánico en serio. QUÉ LE HAN HECHO A NUESTROS CEREBROS. Por eso me ha gustado luchar contra eso, contra la app tipo Telcel preinstalada en mi cabeza. Sí ha sido forzar que mis neuronas se conecten diferente, que se descondicionen, que se desperrodepavolvicen. Ya no es el pelo por el pelo (ahora que comprobé que no se puede pintarrajear), sino experimentar cómo una cosa aparentemente tan boba hace que te exploten los sesos en mil cachitos.

-Miley Cyrus sí lo logró porque tiene mucho dinero.

KEMBIDIA.

-Lo que sí quedó todo azul es mi lavabo. Ahora parece plato de Sanborns.

-Si alguien más intentó el axilapeludismo, comparta su experiencia. Hagamos el club de la axila peluda.

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