Aparentemente ha pasado desapercibido que en el intento de linchamiento de los encuestadores de la empresa SIMO, en el municipio de Centla, Tabasco, hecho que se originó por la suposición de que se trataba de delincuentes, muchos de los que que participaron de esa agresión estaban conectados a las redes sociales a través de su teléfono celular y subían información del linchamiento, del mismo modo que en muchos casos de bullying los agresores graban el abuso y lo publican en redes sociales, festejando.

Los encuestadores se identificaron con credenciales e incluso algunos de los pobladores de ese municipio se comunicaron telefónicamente a las oficinas de esta empresa encuestadora, donde avalaron la identidad de los encuestadores como miembros de su equipo de trabajo.

Sin embargo, muchos de los pobladores que participaban del intento de linchamiento subían a la WEB información asegurando que eran delincuentes y de esta forma todos se retroalimentaban a sí mismos, a través de las redes sociales, lo cual daba una percepción de validez a una mentira de salvajes consecuencias.

Sin embargo, aún y conociéndose la verdad, obtenida en tiempo real, los ánimos estaban tan “caldeados” que fue imposible detener la agresión y fueron golpeados con saña hasta que las fuerzas armadas intervinieron para salvarles la vida.

Es necesario concientizarnos que no toda la información que circula en Internet es fidedigna y válida.

En muchos casos la información errónea es subida de buena fe, pero sin sustento y en otros muchos casos, orquestada por un equipo totalmente profesional y con recursos tecnológicos al servicio de quien mejor pague por ellos, generando percepciones que estimulan la creación de fenómenos de opinión pública que persiguen fines específicos, la mayoría de las veces políticos.

Por ésto muchos casos son sobredimensionados, haciendo un linchamiento mediático de alguien porque cada quien le añade algo a su comentario y las suposiciones de algunos se añaden como si fuesen verdades, lo cual genera un fenómeno realmente grave.

Esto recuerda una muy antigua fábula que describe que en un cuartel del ejército el comandante autorizó que los soldados atestiguasen un eclipse de sol.

ORDEN INICIAL DEL CORONEL AL COMANDANTE: “ñana a las nueve y media habrá un eclipse de , hecho que no ocurre todos los días. A sí que usted gire instrucciones para que se formen los soldados en el patio, en traje de campaña, para presenciar el . Yo les daré las explicaciones necesarias. En caso de que llegase a llover, entonces instruya para que se formen en el gimnasio”.

EL COMANDANTE AL CAPITÁN: “Por orden del señor coronel, a las nueve y media habrá un eclipse de sol. Según el señor coronel, si llueve no se verá nada al aire libre, entonces en traje de campaña el eclipse tendrá lugar en el gimnasio, hecho que no ocurre todos los días. ¡Él dará las órdenes oportunas!”.

EL CAPITÁN AL TENIENTE: “Por orden del señor coronel, mañana a las nueve y media en traje de campaña se hará la inauguración del eclipse de sol en el gimnasio. El señor coronel dará las órdenes oportunas de si debe llover, hecho que no ocurre todos los días. Si hace buen tiempo y no llueve, el eclipse tendrá lugar en el patio”.

EL TENIENTE AL SARGENTO: “Mañana a las nueve y media, por orden del señor coronel lloverá en el patio del cuartel. El señor coronel en traje de campaña dará las órdenes en el gimnasio para que el eclipse se celebre en el patio”.

EL SARGENTO AL CABO: “Mañana a las nueve y media, tendrá lugar el eclipse del señor coronel en traje de campaña por efecto del sol. Si llueve en el gimnasio, hecho que no ocurre todos los días, se saldrá al patio”.

EL CABO A LOS SOLDADOS: “Mañana, a eso de las nueve y media, parece ser que el sol en traje de campaña eclipsará al señor coronel en el gimnasio, lástima que esto no ocurra todos los días”.

Esta fábula o chiste tiene mucha similitud con el fenómeno social que antiguamente se denominaba “el teléfono descompuesto”, pero que hoy se ha vuelto una realidad cotidiana en las redes sociales.

Es necesario estar conscientes de que las redes sociales muchas veces responden a intervenciones individuales de buena fe y que surgen de modo espontáneo, pero que sin embargo pueden salirse de control y crear una gran mentira que puede destruir a una persona, pero muchas más veces son perfectamente creadas y manipuladas con fines perversos por equipos que operan “en lo oscurito” manipulando a la ciudadanía.

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