La Marina de México, es una institución que ha sido reconocida por su inquebrantable vocación de servicio, lealtad y compromiso, de ahí que ha gozado de amplio prestigio, credibilidad y confianza frente a la sociedad. Sin embargo, en los últimos tiempos ha estado en el “ojo del huracán”, debido a que el exagente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Andrew Hogan, decidió publicar un libro en donde relata cómo atrapó al narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán.

En el libro titulado “ Hunting el Chapo ” (Cazando al Chapo), así como en diversas conferencias de prensa, Hogan relató a detalle la metódica búsqueda que realizó para capturar al Chapo, la cual se debió a que se infiltró al cártel dirigido éste.

La captura referida por el exagente de la DEA, ocurrió en 2014, antes de la fuga que para el agente era predecible y que puso en entredicho al gobierno mexicano. En esos años, ya corría el rumor de que había presencia de agentes en territorio nacional que habían hecho posible la captura del narcotraficante. Por lo que, el entonces secretario de Gobernación, aseguró que, el operativo en Mazatlán, fue un gran logro de las instituciones de seguridad mexicanas y que no hubo tal presencia de agentes de la DEA.

A pesar las declaraciones de los secretarios de Gobernación y Marina, existen indicios de que no sólo la DEA, sino también la CIA, habían penetrado suelo mexicano para realizar maniobras de seguridad y combatir a los cárteles en territorio nacional.

Las revelaciones hechas por Andrew Hogan, no han sido desmentidas por autoridades norteamericanas, lo que amerita una aclaración por parte de la Secretaría de Marina sobre quién en realidad encabezó la captura del “Chapo” y logró ejecutarla.

El dicho del exagente y autor del libro, contrasta notablemente con lo declarado por el entonces secretario de gobernación, cuando afirmó que, Estados Unidos sólo colaboró con tecnología para la captura y que fue exclusivamente personal de la Marina Armada de México, quien intervino en la operación y ninguna otra persona de alguna institución norteamericana.

La sociedad mexicana, tiene derecho a saber si fueron los comandos de élite de la Marina o si efectivamente fue el exagente de la DEA quien dirigió la captura.

¿Es verdad la historia en la que “el Chapo” llevaba puesta una gorra de béisbol negra que había tomado de su closet cuando Hogan se puso frente a él y mirándolo a los ojos le preguntó: What´s up, Chapo ? (¿Qué pasa Chapo?).

La sociedad merece una explicación de por qué hubo o hay fuerzas de seguridad norteamericanas operando en territorio mexicano; así como quién y por qué permitieron su entrada.

Es necesario que la Marina, rompa el silencio para recuperar la credibilidad y confianza de la sociedad. Es urgente sacudirse ese lastre llamado “confusión” que le ha pesado durante todo el sexenio, como ejemplo, basta recordar que elementos de la Marina:

Presentaron a dos personas a la PGR, una de ellas, presuntamente era Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán; días después se evidenció la confusión ya que el detenido no tenía relación familiar con el líder del cártel de Sinaloa.

Confundieron a una pareja con delincuentes en Reynosa y los balearon por aire y tierra.

Desde los helicópteros y por una confusión dispararon contra personal de la Fuerza Única Jalisco.

En la confusión del tiroteo, mataron a una familia cuando atacaron desde un helicóptero a un grupo armado que los había sorprendido en tres ocasiones sucesivas en Nuevo Laredo.

En un operativo supuestamente para buscar a Juan José “El Abuelo” Farías, vinculado por autoridades federales con la delincuencia organizada, y al ser retenidos unos minutos, confundidos, abrieron fuego contra la población, hiriendo a seis personas, una de ellas de gravedad.

Frente a los hechos y ante el silencio, tenemos derecho a preguntarle al titular de la Marina, what´s up, secretario?

Paola Félix Díaz
Diputada Federal y activista social
@LaraPaola1

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