CNDH pide sanción por muerte de reo

politica@eluniversal.com.mx

El comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, acepta la recomendación emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por la muerte de un interno del Centro Federal de Readaptación Social número 11, en Hermosillo, Sonora.

El interno murió el 28 de abril de 2013 en el Hospital General de Sonora debido a un choque séptico, neumonía, tuberculosis y VIH; la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió la recomendación luego de más de dos años del hecho.

Autoridades de la Comisión Nacional de Seguirdad informaron que la recomendación 47/2015 será aceptada en todos sus términos por lo que trabajan para cumplir con los puntos señalados.

Destaca en este caso que al momento del ingreso al penal de Hermosillo, el 11 de noviembre de 2012, al interno se le practicó un estudio para conocer su estado de salud; posteriormente fue revalorado y se le brindó la atención médica.

En la recomendación, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos le pidió a Sales Heredia que repare el daño ocasionado a los familiares, que se giren instrucciones para que la Dirección General de Administración del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS) y la Oficialía Mayor de la Secretaría de Gobernación doten a la brevedad de suficiente personal médico especializado, equipo, instrumentos y medicamentos para conservar la salud en la población del Centro Federal de Readaptación Social número 11.

Solicitó que se realice una supervisión médica en dicho penal para detectar posibles casos de enfermedades infectocontagiosas y se adopten las medidas requeridas para su atención y que se colabore para iniciar con la queja ante el Órgano Interno de Control y en la denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra los servidores públicos involucrados en la falta de atención que originó la muerte del interno.

Para el organismo que encabeza el ómbudsman nacional, Luis Raúl González, “no se tomaron las medidas necesarias para tratar su afección de VIH, en detrimento de su estado de salud y posterior pérdida de la vida, como resultado de la falta de atención médica y tratamiento especializado para un adecuado control de la enfermedad, que favoreciera una mejor calidad de vida”.