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Ciudad del Vaticano.— Ministros de la Iglesia católica reconocen que no han sido capaces de preparar a los fieles para el matrimonio, ante un contexto en el que se ha perdido el significado de compartir la vida, del compromiso de tener hijos y la idea de como fundar una familia, lo cual ha derivado en el incremento de divorcios, afirma Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla y designado por el papa Francisco para participar en el Sínodo de la Familia.

Se requiere, dijo, “formar desde la familia, infancia, adolescencia, juventud y noviazgo. Es todo un trabajo para hacer, pero ese es el camino, recuperar el sentido de lo que es el sacramento del matrimonio, para que quienes lo soliciten, lleguen con plena conciencia y sea un vínculo que tenga mucho fundamento”, destacó en entrevista.

Aguiar Retes, en el marco del inicio de la tercera y última etapa del sínodo de la familia, aseguró con respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo, que no es un asunto abordado ampliamente en el encuentro de obispos, pues “está muy bien delineado en el catecismo y todos los padres sinodales asumimos esa posición que para la Iglesia es fundamental, el respeto para la dignidad de las personas, independientemente de su situación.

Incluso, dijo, hay quienes tenemos que acercarnos más para ayudar a las personas que lo necesitan, pero evidentemente eso no reconoce que sea un matrimonio.

Sobre la homosexualidad, Aguiar Retes destacó que es otro tema que no necesita más expresión que el catecismo de la Iglesia, de ahí que insistió en la importancia de una buena formación.

“Si formamos bien a los adolescentes, podrán tener ese proceso claro de su propia identidad”.

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