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El financiamiento que recibe el movimiento de los padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa tiene sustento en organizaciones internacionales de la sociedad civil. A nivel nacional, mientras el abogado Vidulfo Rosales asegura que reciben recursos económicos de sindicatos, esas organizaciones dicen que el apoyo que otorgan es únicamente en especie.

Las acciones de apoyo permiten que los familiares de los normalistas obtengan hasta 3 mil pesos a la semana, o bien la cifra puede reducirse a menos de 500 pesos en ese lapso.

El representante legal de los padres de familia comentó a EL UNIVERSAL que el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aportan dinero a las acciones de los padres de familia de los jóvenes.

Personas allegadas a las dirigencias del Sindicato de Telefonistas, STUNAM y Electricistas explicaron que su ayuda es constante en despensas, alimentación, transportación, instalación de carpas en plantones, así como apoyo logístico en movilizaciones, como se hace con otros movimientos como el de los jornaleros de San Quintín, en Baja California.

La CNTE mencionó que también ha aportado en especie: frijol, arroz, aceite, agua y alimentos enlatados; el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) les ayuda prestándoles autobuses y paralelamente les ha dado despensas.

Otro acto solidario fue la instalación de una de las carpas cuando los padres de los normalistas realizaron un plantón el año pasado en el Zócalo de la Ciudad de México, donde hicieron un ayuno en el mes de septiembre.

Lo mismo hizo el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México en septiembre del año pasado. “En aquella ocasión también se llevaron alimentos y agua”, dijo Carlos Galindo, secretario del Exterior del STUNAM.

El Sindicato Mexicano de Electricistas ha destacado el apoyo que se brinda a “organizaciones hermanas” y a movimientos como el de Ayotzinapa. Históricamente, el SME ha sido solidario con diferentes movimientos, así como en su momento, después de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, organizaciones nacionales y personas en particular le dieron dinero y ayuda en especie.

A partir de la caravana por Estados Unidos y Europa —entre marzo y mayo de 2015— el movimiento comenzó a recibir dinero de organizaciones de esos países, que financiaron el transporte.

Vidulfo Rosales dijo que la Iglesia también aporta recursos económicos, así como asambleas populares de Guadalajara y Chiapas. Sin embargo, las aportaciones más fuertes son las que reciben trimestralmente de organizaciones estadounidenses.

“A partir de la caravana que se hizo a Estados Unidos se obtuvieron fondos, el más fuerte viene de organizaciones de Estados Unidos, esa no la manejan los padres, y les van mandado cada tres o cada cuatro meses, según lo consideren. Son organizaciones de Chicago, Colorado, Nueva York”, comentó.

El Colectivo Caravana 43 de Estados Unidos —que aglutina a unas 20 organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Colorado Sin Fronteras— pudo recabar hasta 60 mil dólares. Ahora, comentó Vidulfo Rosales, tienen disponibles 20 mil dólares, que son administrados por la Coalición Pro Justicia en las Maquiladoras, en esa región de Estados Unidos.

Destino de los fondos. Según Vidulfo Rosales, la mayor parte del dinero se destina en combustible y en ayuda para los padres de los 43 normalistas que han dejado sus trabajos para seguir exigiendo que se haga justicia.

Si hay suficiente dinero disponible, los padres pueden recibir hasta 3 mil pesos a la semana, pero si no, el apoyo a la semana se reduce a 500 pesos o menos.

El comité decidió cancelar su cuenta bancaria y abrir otra que ahora es administrada por el padre de familia Maximino Hernández Cruz.

La cancelación de la cuenta con la que inició el movimiento coincide con los tiempos en los que circuló un audiovideo que dio a conocer EL UNIVERSAL —a principios de abril de este año— en el que Mario César González, uno de los padres de familia, informa a Vidulfo Rosales sobre las amenazas que recibió supuestamente de Guerreros Unidos por no entregar 200 mil pesos al movimiento.

Vidulfo Rosales aseguró que la cuenta bancaria anterior estaba en ceros debido a que los últimos 100 mil pesos que se tenían fueron repartidos a las distintas comisiones de padres que se encuentran en otras entidades para organizar la próxima protesta.

“La cuenta a la que llegan los fondos la manejan dos padres de familia, hay un mecanismo de rendición de cuentas y cada 15 días se da un informe de lo que se tiene. Sí hubo un conflicto por los recursos al interior del movimiento, pero se solucionó. El último corte de caja tenía 100 mil pesos, pero fueron repartidos para distintas comisiones de los padres que salieron en estos días porque se están viendo las jornadas de protesta. Quedó en ceros, hay como 5 mil pesos porque si no el banco cobra una comisión”, comentó el abogado.

Mencionó que al principio del movimiento llegaba solidaridad de todas partes, pero conforme pasan los meses no se recibe ayuda económica como antes.

El abogado aseguró que no obtienen dinero del crimen organizado y que todo lo que tiene el movimiento “es netamente en solidaridad con los padres de los normalistas.

“El único conflicto que tuvimos fue por el dinero del sindicato del INAH, no se ha podido aclarar si se entregó o no el recurso de 200 mil pesos. Tienen una cuenta bancaria los padres de familia, es pública y ahí llegan los fondos [de los apoyos otorgados]”, comentó Vidulfo Rosales.

Una comisión de normalistas y padres viajaron a Europa entre abril y mayo. Visitaron Alemania, Inglaterra, España, Francia, Bélgica, Holanda, Italia, Austria, Suiza, Noruega y Suecia para dar a conocer su lucha por la verdad y justicia en el caso.

Otra caravana salió a Estados Unidos, donde visitaron Houston, Minnesota, Kansas City, Chicago, Colorado, Michigan, Ohio, California, Las Vegas, Denver Washington, Filadelfia, entre otras ciudades, también para dar a conocer su movimiento.

Todos los gastos de esa caravana fueron cubiertos por las diversas organizaciones que se solidarizaron con el movimiento y con las demandas de los familiares de los normalistas desaparecidos, aseguró Rosales.

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