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Hacerse pasar por militar o elemento de alguna corporación de policía en México, federal o estatal es sencillo. Sólo es necesario acudir a alguna de las tiendas que se ubican en las inmediaciones de bases militares o policiacas para ataviarse como todo un elemento de seguridad y a precios accesibles. Los requisitos: simplemente saber qué tipo de uniforme se quiere, de qué corporación y pagar, en algunos casos poco más de 2 mil pesos.
La venta indiscriminada de uniformes militares y policiacos es una constante en el país y no existe legislación alguna que regule la misma.
La comercialización de uniformes utilizados por las fuerzas de seguridad permite a los delincuentes actuar. Prueba de ello fue en junio de 2008 cuando fue secuestrado el adolescente Fernando Martí, cuyo rapto se dio en un retén de supuestos agentes federales.
En septiembre de 2011, al menos cinco sujetos ingresaron a un restaurante de Polanco, en la Ciudad de México, para exigir el cobro de venta. Todos llegaron ataviados con uniformes de policías federales, armas largas y chalecos antibalas.
En ese momento, el gobierno capitalino presentó una iniciativa ante la Asamblea Legislativa, para que el uso ilegal de insignias y uniformes de corporaciones policiacas sea un delito. La iniciativa permanece guardada.
A lo más que se llega en cuanto a la legalidad está escrito en el Código Penal Federal en su artículo 250 bis, en el que se especifica que a quien cometa el delito de falsificación de uniformes y divisas de las Fuerzas Armadas o de cualquier institución de seguridad pública se le impondrá de 5 a 12 años de prisión y hasta 500 días de salario mínimo como multa.
“Comete el delito de falsificación de uniformes y divisas de las fuerzas armadas o de cualquier institución de seguridad pública, el que sin autorización de la institución correspondiente fabrique, confeccione, produzca, imprima o pinte cualquiera de los uniformes, insignias, credenciales de identificación, medallas, divisas, gafetes, escudos, documentos, adheribles, distintivos o piezas que contengan imágenes, siglas u otros elementos utilizados en dichas instituciones”, dice.
Sin embargo, los uniformes de corporaciones policiacas y militares, incluyendo insignias, escudos, mochilas, botas y hasta armas blancas y de fuego pueden conseguirse sin problema alguno en tiendas y puestos ambulantes.
EL UNIVERSAL constató que en las inmediaciones del Campo Militar Número 1 Puerta 8, en la calle de Parque Río Frío, Naucalpan, Estado de México, existen varias tiendas en las que se confeccionan uniformes militares y de policía con costos accesibles.
Y frente a oficinas de la Policía Federal, en Eje 2 Norte, por ejemplo, se ubican varios puestos ambulantes que le consiguen uniformes de policía estatal y de tránsito, de cualquier entidad federativa. En estas tiendas, incluso, se ve a militares portando sus armas largas, que cruzaron la calle para preguntar por algún pasamontañas, una mochila o insignias, entre otros.
Por ejemplo, un uniforme de policía federal, con pantalón, camisola, chaleco táctico, insignias, gorra, pasamontañas, escudo y hasta tolete y esposas, cuesta 4 mil 50 pesos, y si se busca se puede tener hasta en 2 mil 320 pesos.
Una insignia militar que le identifica el grado que tiene dentro de la corporación puede obtenerse por 75 pesos. Unas botas denominadas 511, que son para policía federal, cuestan mil 900 pesos en tienda, pero también se pueden encontrar más económicas en puestos ambulantes, hasta en 800 pesos.
En una tienda denominada El Soldado, en la calle de Parque Río Frío, informó que ya no venden nada que tenga que ver con la Policía Federal; sin embargo, más adelante, en la tienda La Coreana, es posible obtener un presupuesto de los aditamentos que se requieran.
Un uniforme de camuflaje puede obtenerse hasta por 2 mil pesos y no necesita demostrar que se es un elemento militar.
También en la web
La venta de uniformes policiacos y militares también se puede encontrar en Internet.
La tienda denominada Claudios despliega en su publicidad electrónica: “Somos la mejor opción en uniformes tipo: policía, comando federal, estatal y tránsito”.
De acuerdo con el reglamento de las Fuerzas Armadas, los uniformes son proporcionados a los elementos militares por la institución, de acuerdo con el grado que ostenten.
La Ley orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos señala que los grados y las insignias de estas corporaciones son de su uso exclusivo. “Consecuentemente no podrán ser usados [los grados e insignias] por personas, corporaciones o dependencias ajenas”, indica.
Este diario preguntó en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) si las tiendas que están en las inmediaciones de la institución están autorizadas para vender los uniformes, y hasta el cierre de esta edición no se tuvo respuesta.
En noviembre de 2015, EL UNIVERSAL informó que la Unidad de Infantería de la Secretaría de Marina estrenó uniformes con un avance de tecnología que los hace infalsificables. Los uniformes cuentan con la tecnología suficiente que permite a las autoridades saber quién es el portador del uniforme y dónde se encuentra.
A través de una solicitud de información, vía transparencia, la Procuraduría General de la República (PGR) respondió que no cuenta con un registro de incidentes en los que los supuestos delincuentes utilizaron uniformes falsos de seguridad.
La dependencia, a través de las subprocuradurías de Investigación Especializada en Delitos Federales; de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo; y de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, respondió que de 2012 a agosto de 2015 se iniciaron a nivel federal mil 199 averiguaciones previas por ilícitos contemplados en los artículos 250 y 250 bis y conductas delictivas en los artículos 241, 242, 242 bis y 249 del Código Penal Federal.
Los artículos persiguen desde la falsificación de sellos o marcas oficiales, hasta la usurpación de funciones o de profesión, pasando por el uso indebido de uniformes e insignias oficiales.
Cuestionada la Policía Federal, a través del portal de transparencia, sobre el destino de los uniformes de policías que son dados de baja por distintas razones —entre ellas por no aprobar los exámenes de confianza—, respondió que éstos son incluidos en el Programa de Disposición Final de Bienes y Bajas, a través del procedimiento de destrucción o incineración.
Al 26 de octubre de 2015, la Policía Federal tuvo un total de 3 mil elementos separados de su cargo, mismo número de uniformes que debió haber destruido; sin embargo, no hay registro de ello.