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El incremento al precio de los combustibles “aniquilará” el aumento al salario mínimo de siete pesos que lo ubicó en 80.04 pesos, debido a que el costo de los productos de la canasta básica se elevarán, advirtió la Coordinadora Nacional Plan de Ayala Movimiento Nacional (CNPA MN).

La organización campesina expresó su preocupación por los “indicios” de provocadores e infiltrados en las manifestaciones, quienes “parece que buscan brindar los elementos necesarios para justificar la intervención de las fuerzas policiacas y militares, y con ello inhibir la participación ciudadana en acciones de protesta genuina”.

La CNPA exigió a las autoridades de los tres niveles de gobierno dar garantías a los ciudadanos para manifestarse y pidió a las corporaciones policíacas abstenerse de realizar cualquier conducta que derive en algún uso arbitrario de la fuerza pública.

Francisco Jiménez Pablo, presidente de la comisión ejecutiva de la CNPA MN, comentó que los incrementos al precio del diesel y la gasolina representan un “golpe brutal” para la población, cuyo salario se “diluye” con los aumentos de precios tanto de los alimentos como del transporte.

Destacó que el salario de los jornaleros es más bajo que el salario mínimo, puesto que en el campo los salarios se ubican entre 65 y 110 pesos por jornada de 12 horas, en el sur y norte del país, por lo que el “costo de la vida está definitivamente aniquilado, porque no hay una recuperación del poder adquisitivo.

“La inflación ha sido superior al aumento salarial que se ha estancado durante 34 años de políticas económicas neoliberales y ha llevado a la pérdida de 75% del poder adquisitivo de los salarios de trabajadores del campo y la ciudad”, afirmó Jiménez.

Aseguró que el campo se encuentra “postrado” debido a 23 años de vigencia del Tratado de Libre Comercio con América del Norte y explicó que con los incrementos del precio de los combustibles el campo se verá nuevamente afectado.

El líder del sector estimó que los costos de producción de podrían elevar hasta 48%. “Sin reactivación del mercado interno no hay solución a la conflictiva situación que enfrenta el pueblo mexicano”, dijo.

Jiménez recordó que el descontento de la población ante los incrementos de la gasolina se ha expresado de diferentes maneras como la toma de carreteras, casetas, gasolineras, vías férreas, así como de algunas dependencias de gobierno.

“En las manifestaciones se nota ira e indignación, en ciertos casos consternación. Son múltiples los llamados a protestar en contra del gasolinazo”, enfatizó.

Convocó a la población a organizarse para manifestar su descontento, pero de manera pacífica, puesto que “la ruta correcta de la protesta social debe ser organizada”.

Por la tarde, la CNPA aclaró en un comunicado que todas las acciones emprendidas por esa organización en contra del “gasolinazo” son totalmente pacíficas y repudió los actos de violencia y vandalismo ocurridos en diferentes puntos del país.

Consideró “vital” que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y los organismos públicos estatales instruyan al personal a su cargo para monitorear y vigilar el desarrollo de las protestas, y que, de acuerdo con sus atribuciones, “emitan medidas precautorias para que las autoridades garanticen el pleno desarrollo del derecho a la protesta, evitando cualquier acto u omisión que vaya en detrimento de la seguridad, libertad e integridad de las personas”.

La CNPA es una de las organizaciones que ha convocado a movilizarse contra el incremento a los precios de los combustibles.

El martes la organización anunció una serie de manifestaciones como la del 6 de enero en la que, junto con otras agrupaciones campesinas,  tomarán las casetas de entrada a la Ciudad de México, entre ellas las de Cuernavaca, Pachuca, Toluca, Querétaro y Puebla, a fin de que el peaje sea libre para los automovilistas.

La CNPA MN anunció que se sumará a la movilización convocada por diferentes sindicatos, organizaciones sociales y estudiantiles el día 9 de enero, la cual partirá del Ángel de la Independencia hacia el zócalo de la Ciudad de México.

Para el 30 de enero convocó a un paro nacional en el que las organizaciones agrupadas en el Movimiento El Campo es de Todos cerrarán las carreteras con tractores y participarán en una movilización que partirá del Ángel de la Independencia al zócalo de la Ciudad de México.

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