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Para el secretario de Salud, José Narro Robles, las medidas adoptadas por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) para decretar contingencias y proteger la salud de la población son las correctas.

En el contexto de las recientes críticas emitidas por el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, en torno a la decisión de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de bajar los niveles para decretar la alerta ambiental, Narro Robles defiende la actuación de la Cofepris, puesto que asegura que representa a la Secretaría de Salud en la CAMe, pero adelanta que pronto se tendrá un replanteamiento en el funcionamiento de esa comisión.

En entrevista con EL UNIVERSAL, asegura que sin duda tiene que evaluarse cómo se está haciendo la nueva norma ambiental —que se aplicará a partir del 1 de julio— y sus implicaciones, para saber cómo se debe actuar en la megalópolis, para, “de manera solidaria y entre todos, controlar los problemas, tener menos afectación a la salud y atender a las recomendaciones de los expertos internacionales”.

El médico cirujano y ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirma que la iniciativa presidencial sobre el uso de la marihuana medicinal y el aumento a la dosis para consumo personal tiene todo el respaldo de la Secretaría de Salud. “Tiene todo un cambio de paradigma, porque el esquema de simplemente prohibir no ha resuelto nada; se ha tenido un crecimiento en el consumo [de drogas], y están los jóvenes comenzando a consumir más tempranamente”, expone.

Narro Robles, quien asumió la titularidad de la Secretaría de Salud el pasado 8 de febrero, deja en claro que estas reformas a la Ley General de Salud no son una invitación a que todos consuman marihuana, por lo que adelantó que una vez que se den las modificaciones legislativas habrá una lucha muy fuerte en materia preventiva en torno al abuso de esta sustancia.

De la carrera para la sucesión presidencial en 2018, Narro Robles despeja dudas: lo único a lo que aspira es cumplir con la tarea encomendada al frente de la Secretaría de Salud y entregar buenas cuentas a la sociedad.

“A mí me parece que los que tenemos una tarea, esa es la responsabilidad que asumimos. Nunca he sido de los que llegan a un sitio para pensar en el siguiente empleo, yo no soy así”, enfatiza el secretario.

Se muestra airado cuando dice que no es un logro el que una niña de 10 o 14 años de edad esté embarazada, porque es una gran falla de la familia, de los servicios de salud y de la sociedad. “Tener más de 11 mil niñas madres es un fracaso del conjunto, no sólo de salud”, por lo que asegura que este tema es prioritario dentro de su gestión. “Tenemos que hacer una revisión integral, no es con buenos deseos como vamos a vencer este problema ni con discursos, sino con acciones completas y con una revisión integral. Tenemos que saber más razones por las que las niñas se embarazan”, afirma.

Sobre contaminación ambiental, ¿las medidas que la CAMe aplica son suficientes para proteger la salud? Mucha gente se pregunta, ¿por qué no está la Ssa dentro de esta comisión ambiental?

—Se están tomando decisiones al respecto. La Secretaría de Salud está representada por la Cofepris, pero se está haciendo un replanteamiento de cómo debe quedar integrada la Comisión Ambiental de la Megalópolis. Habrá noticias pronto.

¿Cuál es la opinión de la Ssa? ¿Son suficientes estas medidas para amortiguar los daños a la salud que ocasiona la contaminación?

—Aquí hay un asunto en el que todos debemos ser muy honestos con nosotros mismos. Todos queremos tener muchas facilidades para movilizarnos, para transportarnos, todos queremos tener lo mejor que puede dar una ciudad como ésta, pero el problema no es de la Ciudad de México nada más, hay un problema de salud ambiental que está presente en muchos sitios del país.

Hay un problema ambiental incluso en las grandes capitales de los estados y en las ciudades medias que tienen una industria de determinada naturaleza, que genera problemas ambientales y que tenemos todos que reconocer y atender.

¿Qué efectos tiene la contaminación en la salud?

—La contaminación ambiental produce daños a la salud, absolutamente, sin duda alguna y comprobado. La contaminación ambiental en grandes grados o niveles puede lograr producir muertes. Ahí están los casos en el pasado, como Londres en los años 50 u otras ciudades que tuvieron crisis ambientales, pero que no son nada comparables con los niveles de contaminación que hoy tenemos en México.

La polución puede traer enfermedades relacionadas con las vías respiratorias, asma, conjuntivitis y hasta agravamiento de enfermedades cardiovasculares, cuadros que se complican por la altura de la Ciudad de México y debido a las condiciones climáticas.

¿Qué hay en cuanto a las medidas?

—Hay que reconocer que hemos ido endureciendo las normas ambientales, hemos ido bajando los niveles. Si hubiéramos seguido con los niveles que teníamos en los años 90 no hubieran existido esas contingencias ambientales. Ahora, ¿por qué se han endurecido?, porque es bueno para la salud, porque es lo mejor para la salud.

La contaminación viene de toda la movilidad de la población, del transporte privado y público; también de la actividad industrial y laboral, entre otras cosas.

¿Son correctas las medidas que se han tomado?

—A mi entender son correctas. Tiene que analizarse cómo se está evaluando la nueva Norma [Emergente de Verificación Vehicular] y sus implicaciones, sin duda alguna. Lo que no se puede pedir es que no tengamos acciones y que al mismo tiempo se nos demande que sí. Bueno, tenemos que tomar acciones; nos afectan a todos, pero en este caso, en materia de salud ambiental, el problema, sin duda alguna, es del conjunto de la población.

Se requieren estas medidas y se está revisando para hacer una valoración integral de cómo se debe actuar en la megalopólis para poder, de manera solidaria y entre todos, controlar problemas, tener menos afectaciones a la salud y atender algunas de las recomendaciones de los expertos internacionales.

¿Cuál es su opinión acerca de la iniciativa presidencial para modificar la Ley General de Salud y el Código Penal a fin de autorizar el uso medicinal y científico de la marihuana y aumentar hasta 28 gramos la dosis para uso personal?

—La misma: tiene todo el respaldo de la Secretaría de Salud, puesto que tiene un cambio de paradigma, porque el esquema de simplemente prohibir no ha resuelto nada, es de una ingenuidad ese enfoque espantoso.

Ahí están los datos, ha habido un crecimiento en el consumo [de sustancias lícitas e ilícitas], están los jóvenes comenzando a consumir más tempranamente. Simplemente prohibir y cruzarse los brazos no resuelve nada; tomar a los usuarios de la marihuana como criminales me parece que es equivocado, así como criminalizar a una persona que tiene un problema de salud. El cambio de enfoque es lo correcto para la salud de los mexicanos.

Considerar que por llamarse marihuana todo lo que deriva de ella es malo es un error, hay muchas medicinas que derivan de sustancias sicotrópicas, incluso mucho más peligrosas que generan adicciones mucho más fuertes; ahí está el tema de la morfina o de los preanestésicos, somníferos que se usan en la medicina. La marihuana tiene entre sus componentes algunos que tienen aplicación médica.

Celebro que en el país se pueda contar con medicamentos derivados de cannabinoides que está registrado en muchos países que han pasado las pruebas de calidad.

¿Fue correcto aumentar la dosis para uso personal?

—Es correcta la elevación del gramaje, y la iniciativa no es una invitación a que no se combata el narcotráfico, no es invitar a que todos consuman marihuana, porque en efecto es una sustancia peligrosa en el caso de los jóvenes, y cuando vengan las modificaciones a la ley habrá una lucha muy fuerte en materia preventiva en contra del uso y abuso de la marihuana.

Adolescentes embarazadas es un problema que preocupa, pasan sexenios y el tema continúa...

—Ese problema me preocupa más a mí. No es un logro el que una niña de 10, 13 y 14 años de edad esté embarazada y dé a luz a un hijo, es una gran falla de la familia, de los servicios de salud y, por supuesto, del conjunto de la sociedad.

Tener más de 11 mil niñas madres al año es un fracaso del conjunto, no sólo es un problema de los servicios de salud. Es un problema de la familia y de la sociedad, y todos nos tenemos que hacer cargo.

Este es un asunto prioritario en mi gestión. Tenemos que hacer una revisión integral y conseguir que esto no se registre. No es con buenos deseos como vamos a vencer este problema ni tampoco con discursos, sino con acciones concretas, con una revisión completa e integral incluso de los asuntos jurídicos. Tenemos que saber más respecto al porqué las niñas se embarazan.

Tenemos que hacer frente a esta situación, ser honestos y avanzar. Negando el problema, rechazando que existe falta de información, oponiéndose a que se dé educación en materia de sexualidad y diciéndole no a los anticonceptivos estamos condenando a cientos de personas a que tengan una vida diferente a la que hubieran querido.

¿Cuál es el escenario del virus del zika en México? ¿Podríamos estar igual que Brasil, sobre todo las mujeres embarazadas?

—Estamos trabajando y nos estamos preparando. Tenemos una dotación de recursos importantes, estamos informando a la población, haremos un relanzamiento; estamos organizando seminarios cerrados, privados, para poder enfrentar esto, capacitación a investigadores y personal de laboratorios y a clínicos.

En particular, me parece importante seguir convocando a la comunidad; la sociedad debe participar. Si recibimos ese apoyo vamos a estar bien.

No tenemos una situación como la registrada en Brasil. México reporta con toda oportunidad y honestidad lo que estamos encontrando, los casos confirmados de zika.

Es una enfermedad que tiene un cuadro que no llega a ser grave, puede pasar desapercibida; tiene expresiones ni siquiera tan graves como el dengue hemorrágico, pero sí puede tener consecuencias en mujeres embarazadas por complicaciones neurológicas o en quienes padecen el síndrome Guillain-Barré.

Tenemos notificados 314 casos confirmados por laboratorio. Sabemos que no corresponde a 100% de los casos, porque no hay capacidad para tener un control de los pacientes que no van al médico, debido a que a lo mejor sólo tuvieron una roncha.

Hay 89 casos de mujeres embarazadas, 15 de ellas han dado a luz y no hemos encontrado microcefalia en sus bebés, lo cual no quiere decir que no vayamos a tenerla. En muchos sitios se ha reportado esta relación causal. Hasta el momento no hay casos, pero hay un seguimiento a las mujeres.

¿Cómo abatir este problema?

—El tema central es encontrar cómo eliminar el vector Aedes (aegypti). Si no hay moscos no hay enfermedad.

Si luchamos en contra del mosco vamos a conseguir lo que se ha logrado en temas como el paludismo o el dengue, aunque este último sigue siendo un problema. El tema central es encontrar cómo eliminar el vector, el Aedes aegypti, que genera tres enfermedades: zika, chikungunya y dengue.

La gente tiene que concientizarse, convencerse y movilizarse. Creo que es mejor hacer las cosas por la vía de la educación y decirles a las personas que les conviene deschatarrizar sus patios; más en casos en donde lo que está en juego no sólo es el mosco que me va a picar a mí, sino que puede picar a todos.

¿Preocupa que se pueda convertir en epidemia conforme llegue la temporada de lluvias?

—Por eso estamos trabajando. Claro que sí estamos preocupados, es un problema que en otros lugares de nuestra región ha tenido otra expresión, lo miden y lo reportan de una manera diferente, pero ha habido zika en Estados Unidos, Centroamérica, Caribe, Sudamérica y en México.

Nos estamos preparando y confiamos en que los medios de comunicación sean un mecanismo para llegar con un mensaje a la población: combatamos al mosco para evitar tres enfermedades.

La administración del presidente Enrique Peña Nieto últimamente se ha caracterizado por retomar decisiones de la Suprema Corte de Justicia. Pasó con temas como el de la marihuana y los matrimonios del mismo sexo. ¿La Secretaría de Salud podría retomar el tema de la despenalización del aborto?

—Nosotros cumplimos con los temas que la Corte nos ha indicado. Si recibimos una decisión tomada por alguno de los poderes públicos, lo vamos a asumir. De ahí, los otros asuntos son parte de la agenda de la secretaría y estamos cumpliendo las normas.

¿Estaría a favor de que en los hospitales federales se atendiera a mujeres que quieren practicarse un aborto?

—Yo estoy a favor de que se cumpla la ley.

¿Cómo recibe la Secretaría de Salud? ¿Cuál es su diagnóstico y los retos a enfrentar?

—La salud del pueblo de México ha mejorado de manera importante en los últimos 50 años, pero, por supuesto, quedan pendientes, entre ellos algunos que son históricos y otros recientes.

¿Cuáles son los históricos?

—Por supuesto, algunos que derivan del tema de la pobreza. Por ejemplo, la pobreza viaja con mucha frecuencia con compañeras que son poco pertinentes y adecuadas.

La pobreza viaja con enfermedad y con la ignorancia, que son compañeras que lamentablemente afectan a muchas poblaciones, y la nuestra es una de ellas, esto es un asunto histórico que México ha tenido, un problema de desigualdad y pobreza que no es reciente y que no tiene que ver con el siglo XX. La pobreza y la desigualdad han estado presentes persistentemente en este país.

Es un problema histórico que tiene solución y que vamos a vencer; con él vienen cosas como la falta de cobertura universal y de atención oportuna, o de calidad heterogénea para muchos núcleos de la población.

Se habla de un acceso universal de salud. Estamos a menos de tres años de terminar el sexenio, ¿les dará tiempo para consolidarlo?

— Los recursos con que cuenta el sector salud pública son importantes, son más de 22 mil unidades de atención médica, cerca de mil 400 hospitales, 21 mil unidades de atención ambulatoria, 300 mil enfermeras y poco más de 215 mil médicos. Tenemos que organizarnos mejor, depurar nuestros padrones, evitar duplicaciones innecesarias y aprovechar de una mejor manera la capacidad instalada; si conseguimos todo esto, vamos a poder dar pasos importantes en el otorgamiento de atención para la salud de toda la población.

Si seguimos avanzando en la incorporación de algunos grupos, como los adultos mayores que no tenían acceso a los servicios de salud, estoy confiado de alcanzar antes del término del gobierno la cobertura universal de salud efectiva, con servicios de calidad y lo más cercano al domicilio de las personas.

¿La meta se podrá alcanzar cuando todavía hay quejas de los servicios de salud y faltan médicos en los hospitales?

—Hay que procurar que cuando pongamos un hospital se tenga la cobertura total. Puede haber casos, pero no es un asunto general; hay más de 200 mil médicos y el crecimiento de este grupo ha sido importante. Es posible tener déficit, pero en ocasiones son los profesionales los que no quieren irse a esos sitios. Sin embargo, decir que no se ha avanzado en salud, eso no es cierto.

¿Los recortes en salud han impactado en los programas?

—Siempre las necesidades van por delante, aquí, en Inglaterra o en China. México no es la excepción, hemos tenido ajustes en el presupuesto, pero hoy es mucho más alto que el que tenía la Secretaría de Salud hace 20 años.

No es suficiente, porque surgen nuevas posibilidades terapéuticas que no nos alcanzan. La tarea es encontrar el mejor uso posible de los recursos, fijar prioridades.

A veces no se ven los recursos, pero en el tema de vacunación, por ejemplo, en estos tres años se han aplicado 285 millones de vacunas a los niños mexicanos. Ellos, en un alto porcentaje, están igualados frente a los riesgos que representan patologías como la poliomielitis, erradicada en el país, pero que hay que seguir vacunando.

Hemos ido avanzado en la vacunación de niñas de 11 años para protegerlas del virus del papiloma humano, causal de cáncer cervicouterino. Sólo el costo de las vacunas ha implicado una inversión de 21 mil millones de pesos. Son recursos que no se ven, y esos podían haber servido para construir 20 hospitales de 100 camas cada uno o tres mil 500 centros de salud.

Hay que tener una valoración de los avances; sí hay déficit, pero se ha avanzado. En el campo de la salud se puede demostrar con cifras, con datos en el aumento de la esperanza de vida al nacimiento o en la reducción de la mortalidad infantil, por poner sólo unos ejemplos.

Cada secretario de Salud se ha distinguido por impulsar algún aspecto. ¿Con qué tema de salud o cómo quiere que se le recuerde después de este sexenio?

—Como alguien que hizo su tarea, que alcanzó algunas de las metas. Tenga en cuenta una cosa, yo entré al minuto 50 del segundo tiempo de un partido de futbol. Estoy entrando después de la mitad de este gobierno, tengo una responsabilidad muy importante y mi compromiso es no dejar las cosas que se hacen bien.

Aquí hay un trabajo sistemático de muchos años. En la Secretaría de Salud ha habido en muchos momentos continuidad en los esfuerzos y en los trabajos, aquí nunca se empieza de cero ni tampoco se está inventando todos los días algo diferente.

Tenemos propósitos y metas por alcanzar. Yo recojo algunas que estaban en marcha y haré lo mejor posible para llevarlas a su consecución.

¿Una de las metas es el sistema universal de salud?

—Hablar de cobertura universal no es de este sexenio; cuando fui subsecretario de Salud hablamos de eso, cuando el doctor Guillermo Soberón fue secretario de Salud se hablaba de eso.

Todos los secretarios de Salud han tenido esta intención y han puesto su granito, sus ladrillos, en la edificación de la cobertura universal. Yo lo que sí espero es poder conseguirlo.

Pero no sólo es ese tema, sino también atender los asuntos históricos, los rezagos, los pendientes, los nuevos retos en salud; la formación de personal, los riesgos sanitarios, la tarea es muy compleja.

Lo han puesto en el tablero como uno de los posibles candidatos a la Presidencia de la República en 2018, ¿usted aspira a este cargo?

—Yo a lo que aspiro es a cumplir con la indicación a la que me invitó el presidente Enrique Peña Nieto, y no a estar en una tabla, sino a trabajar al frente de la Secretaría de Salud y dejar buenas cuentas.

Yo nunca he sido, y he tenido muchas oportunidades, ahí está mi currículum, de los que llegan a un sitio para pensar en el siguiente trabajo. Yo no soy así, y me parece que quienes tenemos una responsabilidad con la sociedad y el Presidente, quien fue el que nos invitó, tenemos que cumplir con la tarea. Eso es lo que tenemos que hacer y no estar pensando en otras cosas o distracciones.

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