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Morelia, Mich.— La segunda virgen Guadalupana de un artista moreliano creada para un papa y una más de barro de un joven artesano son los regalos que el ayuntamiento prepara para Francisco, quien visitará la capital michoacana el 16 de febrero.
Uno de los obsequios es la pintura en óleo sobre tela de 1.5 metros de alto por un metro de ancho, autoría de Juan Torres, quien recibió a EL UNIVERSAL en su estudio para mostrar la pieza de arte que el presidente municipal, Alfonso Martínez, le pidió crear.
“En una ocasión el ayuntamiento de Morelia llevó una Guadalupana al Vaticano, pero era una pintura más intervenida [interpretada] por mí, muy barroca. Ahora, por segunda vez, espero que llegue esta obra que está más apegada a la original”, dijo el artista.
El cuadro fue realizado en 10 días por el reconocido artista y se trata de una pieza única. La imagen de la Virgen de Guadalupe está acompañada por un par de querubines, que en la parte posterior sostienen un listón en rosa con la leyenda “Morelia”, entre otros elementos que harán que el Santo Padre siempre recuerde a Michoacán, confió el maestro.
Además del simbólico Lago de Pátzcuaro en la parte inferior, alrededor de la imagen principal, resaltan cinco tzintzunes (colibríes) que representan al imperio purépecha.
Juan Torres —discípulo del maestro Alfredo Zalce— incluyó esas aves porque simbolizan el centro de poder político y religioso, como fue la comunidad de Tzintzuntzan, que significa lugar de colibríes (en lengua indígena purépecha).
“En lo que refiere a la imagen de la Guadalupana, la trabajé lo más apegado a la original, porque seguramente al Papa le gustará tener algo muy parecido a la original”, explicó.
Para el maestro, con una trayectoria artística de más de 60 años, realizar esta obra “es un honor, porque es para un personaje muy importante, y por otro lado, imagínate lo que representa para mí que el cuadro sea para un señor que está rodeado del Renacimiento, que tiene al alcance de su vista a Rafael, a Miguel Ángel, a Leonardo Da Vinci, al Greco y a todos los grandes renacentistas, por lo que el hecho de que aunque sea de refilón haya una obra por ahí mía en El Vaticano, cobra mayor relevancia”, comentó.
El artista michoacano aseguró que tuvo la libertad de escoger el tipo de obra que haría para el Santo Padre y decidió hacerlo en óleo por la elegancia que representa; ahora sólo espera que el alcalde le indique qué se va a hacer o dónde se va a entregar la obra.
La escultura. Javier Misael Cervantes Espinosa ha ganado certámenes estatales y nacionales en la elaboración de artesanías, principalmente con catrinas; ahora le han pedido una pieza que formará parte de los regalos que el edil hará al papa Francisco.
Para Misael, lo más difícil fue detallar el rostro de la Virgen de Guadalupe, por lo que le llevó al menos mes y medio la elaboración de la pieza en cerámica de barro cocido a 9 mil grados centígrados y pintada a mano en policromado.
El rostro, las facciones, la mirada de la Virgen fue lo más difícil para el artesano de Capula con apenas un año de experiencia en la elaboración de este tipo de artesanías, explicó.
En su taller, ubicado a dos cuadras de la plaza principal de Capula, Misael detalló que la virgen de cerámica que entregó a las autoridades municipales va adornada con varios elementos.
“Es un prototipo de la Virgen que lleva en la parte posterior unos arcos que simbolizan el Acueducto de Morelia y a su alrededor unas mariposas monarcas, como el distintivo de Michoacán ante los ojos del mundo”, detalló.
Sentado en un rincón de ese taller de catrinas donde amolda con las manos cada una de sus creaciones, agregó que también tiene adornos con ollas de barro como las que se fabrican en esa tenencia de Morelia. La figura, a la que le imprimió su estilo, mide 40 centímetros de alto y 15 centímetros de ancho.
Narró que le puso más corazón que material y confió en que éste será un claro mensaje no sólo para el Sumo Pontífice, sino para el mundo entero de que el estado es más que violencia.
“Michoacán no es como lo pintan y ojalá se sepa que también somos únicos en la elaboración de artesanías”, dijo.
“Me siento orgulloso de hacer esta pieza para el Papa, más que nada por mi familia, que es muy católica, por lo que creo que será una bendición para ellos y para Capula”, externó.
Ahora, de acuerdo con los protocolos establecidos en la visita de Estado, sólo falta que el cuadro de Juan Torres y la pieza de cerámica de Javier Cervantes califiquen el tamiz a las que son sometidas para que se le puedan entregar el día de su visita a Bergoglio.
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